lunes, 30 de diciembre de 2013

TRÁNSITO EVOLUTIVO II


       TRÁNSITO  EVOLUTIVO II


(Continuación del anterior I). Todo se descoloca para volver a encontrar el sitio. El hombre se siente partido en dos mitades (cuando se está formando el ego hay una sola). En la búsqueda se dan las dos, físicamente hablando, una frontal, con la zona de la frente, pecho, y vientre y otra axial, en el eje de la columna.

Simbólicamente se  pasar de una orilla a otra, o mejor aún, pasar del tiempo a la eternidad, o del tiempo, a una zona eterna que está ocurriendo en este momento. De un ego formado con esfuerzo, acabado, matizado, un hombre racional que ha superado al animal que está dentro, al ser que pasa ahora al hombre divinizado.

En un momento determinado la persona empieza a cuestionarse que no es aquello que ha creído, quiere buscar la fórmula, la respuesta, la puerta para ver qué de sí misma permanece, qué es lo que está mas allá de cualquier cambio, lo que en el lenguaje religioso sería la búsqueda de Dios, si esto se entiende como la búsqueda del origen. Entonces ocurre que, por alguna información de algo o alguien que tiene la vivencia (porque si no, no dará con ello, no entenderá), comprende y empieza a saber que para encontrar su YO tiene que acallar todos los niveles. Pronto surgirá la ocasión de saber lo que es la meditación.

La meditación trata de vaciar toda la zona frontal del hombre no solo los pensamientos, también los campos emocionales y los campos vitales desordenados, pero el mandato esta en la cabeza, pues si se consigue acallar los pensamientos será más fácil poner todo en orden, es un vaciado de pensamiento. Hace falta mucha constancia, a ser posible siempre a la misma hora; es como todo lo demás: hay horas para comer, horas para dormir y para meditar. El cuerpo así se acostumbra y todos las zonas de la persona se preparan para hacer un vaciado, un silencio para buscar esa puerta, esa clave, que es en realidad  la verdadera  identidad. 

Cuando  aparece el quien soy, es cuando empieza a desbaratarse todo, porque se le empieza a pedir al ser que suelte los pensamientos con todo lo que le ha costado elaborarlos, las emociones de apego con todo el coste de salir de su egoísmo para hacer un amor o seudo amor y que empiece a ordenar su cuerpo y deje al hombre animal en cuanto a comida, sueño, costumbres etc, Este es el trabajo a realizar y dependerá del ego formado. Si es honesto no será tan difícil pero si es desordenado le costará mucho más. 
Después de algún tiempo se llega a algo distinto con un sabor diferente y la mente se calla, no hay agitación mental, ni emocional, ni vital y aparece el CAMINO; cuando esto ocurre hay una gran riqueza CON UN MATIZ  DIFERENTE DEL VIVIDO, SE DESCUBRE COMO UN COMIENZO DE ALGO MARAVILLOSO QUE NO SABEMOS QUE ES, PERO NOS LLAMA. NO SOMOS NOSOTROS LOS QUE BUSCAMOS NUESTRA IDENTIDAD, ES ELLA LA QUE NOS BUSCA A NOSOTROS.

Y empieza  la noche oscura, dentro-fuera, dentro-fuera. Un día parece que ese dentro va ocupando más espacio en la vida, el tiempo será diferente, la persona acabará instalándose. Ahí no hay necesidad de la mente porque somos UNO en esencia. Hay una Mente Universal de la que cada uno somos una parte; y así ascendemos hasta Ella con la que nos unimos con todo lo que existe. Empezamos a saber las cosas tal como son, a conocer la esencia  de  la verdad. No hay ya  movimiento en los niveles emocionales. "El amor es la base o estructura de mi identidad, como soy amor lo único  que hago es expresar lo que soy al amar". Aparece una fuerza enorme de vida que se ha descubierto a base de muchos silencios y de mucho acallar los campos vitales, esa fuerza es todopoderosa, no tiene miedo, su origen no está en la persona, está mas allá.

Empieza por tanto a aparecer el superhombre con respecto a lo que se ha sido, UN VALOR que no tiene comparación posible con el valor que puede vivir un ego. UN AMOR que es la base profunda de la persona y una capacidad  DE CAPTACIÓN de las cosas tal cual son en su verdad. Hemos despertado al alma, al hombre nuevo, al Hijo en el lenguaje Crístico, pero todavía hay otro nivel. Descubre un día que toda ella (la persona) está regada desde arriba por una Fuerza o un Sol que ilumina todos los contenidos que hasta ahora eran individualizados, en primera persona, y descubre que en realidad es parte de un Todo y empieza a entroncarse y vivirse como parte de ese TODO sin perder su identidad humana. Es un proceso que puede durar años. Esta es la QUINTA DIMENSIÓN en la que la fuerza divina riega directamente a la persona y que más adelante aparecerá.

Ese ser de transición cuando está solo, en su soledad se encuentra con una plenitud indescriptible, como ha traspasado el tiempo lo que siente es eternidad. No necesita depender de nada ni de nadie, no depende de los campos mentales pues tiene acceso a toda la información, tampoco de los emocionales, salvo cuando interviene la memoria, que entonces, al estado natural de plenitud se le acopla un recuerdo, con lo cual se contamina por la congestión del pasado, y puede llegar a hacerlo desaparecer temporalmente pues ese, aquí y ahora permanente se interrumpe. En esa plenitud hay liberación, y todas las personas familiares o no se ven hermanados, pero en otro campo, son células hermanas de un Solo Cuerpo y en todos está el mismo denominador EL AMOR entiéndase siempre como voluntad de bien y deseo de bien. 

Con el estado de luz de la mente, la eternidad es un hecho continuo, tan natural como respirar, el campo emocional vibrará con armonía. El futuro desde aquí es un canto de esperanza.  Aunque el ser que se halla en él sabe que la dificultad más grande sin embargo en este estado de conciencia es poder llegar a conseguir el dominio sobre la materia para que responda a la ley de la Divinidad. Con este nivel  no hay ninguna dificultad para hacer desaparecer cualquier tipo de dolor, pero sí para crear  materia nueva. Sabemos que se ha abierto una puerta. No conocemos el cuando, y sobre todo, como será el avance pero si que la especie humana, LLEGARÁ A CREAR MATERIA.

domingo, 29 de diciembre de 2013

TRÁNSITO EVOLUTIVO I


            

                                         

Hay tres niveles en el ser humano que deben ser recorridos inexorablemente y que se suceden e integran como eslabones de continuidad.


El primero, podríamos compararlo a una masa indiferenciada que no sabe por que hace lo que hace. Una masa que sigue impulsos atávicos heredados de las sucesivas formaciones creadoras de la
materia, es el campo del Vital manifiestándose con fuerza. La vida se dá vida en sus necesidades y las satisface, esto debe estar claro porque muchas veces nos envuelve, nos rodea, nadie se para a reflexionar porque funciona así, no hay conciencia en ello, es un instinto de supervivencia, como el niño que comienza a vivir.

Con el tiempo y las experiencias vitales aparecen las ideas, la ideología, el campo Mental. La mente crece, se expande, multitud de pensamientos bullen y se contradicen con cognotaciones políticas, religiosas familiares etc. En torno a ellas se van formando grupos tribales. La tribu. Hay personas que siguen esos mandatos sin saberlo pues están por encima del individuo y le dominan.

Nos encontramos tras mucho tiempo de permanencia en el estado anterior que la persona se pregunta, se interroga, duda de sí, empieza a mirar de otra manera, el pensador interno se plantea la validez de las ideas y selecciona. Se va del colectivo tribal y entra en la conciencia individualizada a la que le es necesario y fundamental llegar a su cenit; dicho de otro modo, tendrá que pasar por todas las etapas de maduración, como en una escuela hasta llegar a grados superiores; será un proceso de formación perfectamente elaborado para alcanzar un alto grado de sensibilidad, colaboración, confraternización, autosuficiencia e independencia, con una inteligencia clara, atendiendo al cuerpo físico como a todos los demás, en resumen un ser completo. Aparece así en esta parte del camino un ego necesario, formado en todas las dimensiones.

Si esto no ocurre, siempre habrá deficiencias y dificultades. En su culminación el ego  piensa: "amo porque mi corazón está mejor amando, soy parte de una humanidad con la que colaboro, me dan y yo doy", y cuenta con un sentido de la acción absolutamente independiente para poder valerse por sí mismo. Cuando llega al cenit de su formación aparece "otra cosa",  la pregunta clave: Quien soy. Porque estoy aquí. Hasta entonces solo había estado viviendo en unos planos conocidos y periféricos, el hombre viejo, el yo inferior. 

Estos son los pasos:  empieza a descubrir que lo  que de verdad no es, es aquello que no tiene permanencia, que aparece y desaparece y descubre que un ego que se ha realizado completamente que ha costado formarse tanto, empieza a desordenarse a desbaratarse. Y se descubre que: No eres tus pensamiento, no eres tus emociones, no eres tus acciones. ¿Cual es el origen de todo esto? ¿de donde surge esa capacidad de acción?  La persona se siente desnuda y se inicia la búsqueda interior; pero en esa búsqueda interior todo está desordenado, aquí se produce una cierta PARANOIA. 
(continua)...

domingo, 22 de diciembre de 2013

SERES DE TRANSICIÓN




                                                                                             
                    SERES DE TRANSICIÓN



La expresión "Seréis como Dioses" en su definición más positiva, dejando a un lado la representación bíblica, tal vez sea la que mejor nos oriente hacia el llamado hombre de transición.

Al recobra el poder, la fuerza y la inteligencia implícita en todo ser humano, se estará realizando la frase de las escrituras que dice: "no soy yo, es Cristo que vive en mi.

Creo que el perfil del hombre de transición participa ya de "ser como Dios o ser Dios", y es aquí donde queda disuelto el ego personal, son dos realidades incompatibles; pues es la Divinidad la que empieza a manifestarse.

Hay muchas partes en el ser de transición que le completan. Por contarlo de una forma sencilla, ocurre como al principio del camino, que una zona sigue siendo del hombre viejo y otra participa ya del hombre nuevo; es como si se estuviera con un pie en el ser humano al que se pertenece desde hace siglos y con el otro en el ser Divino que también se es y se manifiesta cada día con más fuerza. Ese es el ser de transición porque si los dos pies estuvieran en un lado (en el divino) ya no sería  transición, se estaría ya instalado.

Cuando los campos mental y emocional están liberados, y lo están por la acción de la zona más elevada de ese humano, la divina, es donde se da el  "No soy yo, es Cristo que vive en mi".

Es imposible haber sostenido situaciones (a nivel humano) si no es gracias a esa fuerza que sostiene. 

El ser de transición sin más sería una teorización si no fuera porque ya está descrito en los estudios de Aurobindo (maestro del proceso de evolución). Es necesario entender y sentir que cada ser que pasa por ella, la integrará en su propio equipaje humano:  le resultará fácil lo que ya le resulta fácil y viceversa; el proceso será personalizado. 

Es como sentir que la divinidad va impregnándolo todo en una fusión perfecta, como el agua azucarada, pero hay una parte que conserva todos los equívocos y errores, todas las contradicciones, las no purificadas con  la participación de la memoria de la humanidad, con dolor, con sufrimiento; pero también con mucha claridad. Por poner un ejemplo: la postura ante la muerte no sólo ante la propia sino también ante la del entorno. Desde este nivel se pueden visualizar situaciones y personas sabiendo que no pasa nada, porque el entronque con todos los seres es en la divinidad, cuando el vínculo de sangre se disuelve no hay sentido de la posesión y se dá paso a la conexión con la divinidad en ellos; el entronque es siempre en la divinidad, no es que suelte el vínculo es que la divinidad se ha apropiado de ese vínculo y todo lo impregna, no hay responsabilidad ni sufrimiento ante sus necesidades, SOLO AMOR.

domingo, 15 de diciembre de 2013

PROCESO DE EVOLUCIÓN


                                                                                

                                                                                              

             PROCESO DE EVOLUCIÓN                                                                                                            


Podemos comprender que sea difícil para nuestra comprensión ordinaria encontrar relación entre la materia a la que estamos atados y la espiritualidad que nos hace libres, sin embargo el hombre guarda dentro un deseo de alcanzar esa libertad de atraer hacia sí un cierto grado de perfección.  Un deseo de alcanzar niveles superiores en todos los ámbitos de la vida. Una atracción más que demostrada en todas las épocas.

Lo que parece estar claro es que las etapas se suceden, la posterior sustituye a la anterior pero se diferencia de ella totalmente en su separación. 

El plano tridimensional está creado por los sentidos y la mente y su cuerpo es el sutil o astral, al que estamos sujetos los humanos actuales.

Entramos en una era única, diferente a las anteriores de una más alta calidad; la era de la espiritualidad, La Cuarta Dimensión donde se rompe la dualidad espacio-tiempo. Cuando se trascienden los sentidos y la mente y se va más allá del tiempo y el espacio inevitablemente se llega al plano cuatridimensional o cuarta dimensión. Las experiencias extra-ordinarias o conocimientos extra-sensoriales pertenecen a este plano.

Esto nos lleva a creer por experiencias vividas que asistimos al final de una larga partida, que nada menos se origina con el hombre de Neanderthal ya formado como humano, y que ya casi al final de ella, hace solo 2000 años, un ser ya terminado realizó al Cristo (cristal, transparencia) y marcó el camino hacia las posteriores etapas.

Creemos que el ser humano es el proyecto de un plan formidable, la Manifestación de Dios en la materia; pero es un plan inacabado por eso su larga evolución, su lento desarrollo, el hombre intuye, aspira pero no es capaz por sí de provocar la mutación de su conciencia. Hoy sabemos que un gran salto se ha dado, los acontecimientos evolutivos que se están manifestando hacen que esta época sea comparable en grandeza a aquella en la que aquél hijo del simio  tuvo su primer atisbo de pensamiento, como este hijo del hombre tiene sus primeros síntomas de divinidad.

Si aquel desarrolló un cerebro (400 cm3) para albergar sus nuevas costumbres y conocimientos, este lo desarrolla (1.500 cm3) para dar cabida a una nueva sabiduría-luz que trasciende todas las formas de vida conocidas hasta ahora, y poder ser el protagonista de ellas (la premisa del milagro).

Por supuesto ha sido un largo y penoso proceso, no se llega de repente al despertar, la limitación de nuestra naturaleza no nos permite acceder al mundo de lo Divino sin el instrumento preparado.

Ahora toca integrar en uno el mental y el emocional, las tres dimensiones y entrar en otra zona con poderes propios de ese estado de la cuarta dimensión. Quizás a eso se refería Quien dijo: "Cosas más grandes que yo haréis". Un ser "normal" tiene ahora que realizarlo, serán los SERES DE TRANSICIÓN







                                                                                        

domingo, 8 de diciembre de 2013

EL PLANO SUPRAMENTAL Y LA MATERIA




  



Hay seres en este mundo que poseen un gran nivel de conciencia. Su constante trabajo durante muchos años hace que sean su propio objeto de observación evolutiva como ser humano, con una inteligencia eléctrica, voluntad férrea y un camino de búsqueda interior hacia lo divino absolutamente inamovible.

Un fenómeno singular aparece en algunos: las suturas del cráneo comienzan a abrirse de forma que en alguna de ellas la distancia entre huesos puede llegar a ser de más de un centímetro. Cada apertura coincide con una nueva experiencia que aparece,  situaciones que llegan con una gran claridad.

Se vive la Conciencia Supramental (de la que habla Aurobindo),  Conciencia Integral, pues la visión es esférica. El entorno se revela en su totalidad sin tiempo ni espacio, pudiendo contemplar con toda claridad no solo al ser de transición  que se encarna  sino al nuevo ser del futuro. Cuando se vive en conexión con la Mente Universal se puede entrar en cualquier mente (somos uno) y se comprende que esa es una de las cualidades que nos esperan. 

EL SOPORTE PARA LA CONCIENCIA SUPRAMENTAL SE ESTÁ MATERIALIZANDO, UNA NUEVA CAPA CEREBRAL, UN NUEVO CEREBRO TOMA FORMA  SOBRE LOS ANTERIORES. Y es como si este no cupiese en el espacio destinado hasta ahora y tuviera que hacerse sitio hasta romper los huesos del cráneo.

Un hecho sin precedentes, no descrito, salvo en las medidas dadas por antropólogos de los distintos cráneos de nuestros antepasados, pues una ligerísima variación en su configuración anatómica daba lugar a cambios sustanciales en la evolución de la especie humana. Deducimos por tanto que este hecho ha ocurrido con todas las demás capas cerebrales.

Pero aún siendo importante para la ciencia, que sin duda estudiará en años, más importante es para  el  nuevo  estado  de  conciencia  pues,  sin  duda,  puede  proclamarse  como   
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. 
Si la primera fue el anuncio, la forma y el camino, y se ancló en la materia gracias a la cristificación de aquel Ser, la segunda se abre paso inexorablemente para cambiar al hombre, la materia y el mundo y hacer realidad la gran promesa. 

      

lunes, 25 de noviembre de 2013

EL TRABAJO II


                                                                                    

                                                                                                       




              EL TRABAJO II



La vida común consiste en trabajar para el sustento personal y para la satisfacción de los deseos bajo cierto control moral y mental, a veces, con un toque de ideales mentales. El esfuerzo en el yoga consiste en ofrecer el propio trabajo como sacrificio (sacro-oficio) a lo Divino, la conquista del deseo, la acción altruista y desprovista de apetencias personales, o sea, el anhelo y la devoción por lo Divino, un entrar en la conciencia cósmica, el sentido de unidad con todas las criaturas, la unión con lo Divino.

Este Yoga (proceso) incluye el descenso de la Luz y la Fuerza supramental y la transformación de la naturaleza.


Este acto de ofrenda no depende del tipo de trabajo que se realice sino del espíritu con el cual se hace el trabajo, cualquiera que sea éste. Todo trabajo bien y cuidadosamente realizado como sacrificio a lo Divino, sin deseo ni egoísmo, con mente equitativa y serenidad ante la buena o mala fortuna, o en nombre de lo Divino y no de cualquier tipo de ganancia personal, recompensa o resultado para el propio provecho, con la conciencia de que todo trabajo pertenece al Poder Divino, es un medio de autoofrenda a través del Alma.

Incluso el trabajo más físico y mecánico no puede ser hecho adecuadamente si aceptamos la incapacidad, la inercia y la pasividad. El remedio no consiste en limitarse a una labor mecánica, sino en rechazar la incapacidad, la pasividad y la inercia, y abrirse a la fuerza de la Madre (poder creador manifestado). Hay que arrojar fuera de uno, además, toda ambición, vanidad y arrogancia. No se libera uno de estas cosas esperando que desaparezcan por sí mismas. Si lo que se opone a la perfecta realización de nuestro trabajo es la incapacidad real y una debilidad general del cuerpo y el espíritu, entonces, también, el abrirnos cada vez más a la fuerza de la Madre nos irá proporcionando mayor fuerza y capacidad creciente, como para que nuestra labor pueda desarrollarse. 

Aquellos que consagran su trabajo a la Madre, (lo divino)  y lo hacen con absoluta sinceridad, están preparados por el trabajo mismo para tener la conciencia recta incluso sin necesidad de sentarse a meditar o seguir alguna práctica especial de Yoga. No es preciso que se nos enseñe a meditar; todo cuanto sea necesario ocurrirá por sí mismo en nuestro trabajo y siempre que seamos sinceros y nos mantengamos abiertos a la Madre.

Al hablar de trabajo u obras, no me refiero a la filantropía o servicio a la humanidad o todas las otras cosas -morales o idealistas- que en la mente del hombre sustituyen la profunda verdad de los trabajos.

Por trabajo quiero significar la acción realizada en nombre de lo Divino y en unión cada vez más estrecha con lo Divino, únicamente y en forma absoluta. Esto no es fácil al principio, como tampoco es fácil la meditación profunda y el conocimiento luminoso o, incluso, el verdadero amor y la verdadera devoción. En todo caso es necesario comenzar por un adecuado estado de ánimo u actitud, con el deseo noble y voluntad firme de llegar a la meta; TODO LO DEMÁS VENDRÁ POR AÑADIDURA.

Basado en las enseñanzas de Sri Aurobindo.


EL TRABAJO I


                                                  EL TRABAJO I





"Luces del Yoga", del gran maestro Sri Aurobindo.
En el expone de una forma magistral el tratamiento que hay que dar al trabajo, dice así:

Meterse dentro de uno mismo para tener experiencias profundas y descuidar el trabajo -la conciencia externa-, es prueba de desequilibrio, de parcialidad, ya que nuestro trabajo es integral. Es preciso tener igual conciencia frente a la experiencia interior y  la acción exterior y cumplir ambos plenamente en nombre de la Madre.

Continuar trabajando ayuda a mantener el equilibrio entre la experiencia interna y el desarrollo externo. 

Todo depende de la condición interna, la exterior es sólo útil como medio y ayuda para expresar o confirmar aquella y volverla dinámica y eficaz.

Si decimos o hacemos algo aplicando la máxima potencia psíquica, o el toque interno adecuado, ese algo será eficaz; si hacemos o decimos lo mismo desde la mente o el vital, o con atmósfera equivocada o mezclada, será totalmente ineficaz. Para hacer lo adecuado, del modo conveniente en cada caso y en todo momento, es necesario tener la conciencia bien enfocada. No puede lograrse esto siguiendo una norma mental fija que aunque apropiada en determinadas circunstancias, tal vez resulte perjudicial o inoperante en otras. Un principio general es el que se refiere a que toda norma ha de ajustarse a la Verdad suprema, pero en cuanto aplicación de dicha Verdad, ello estará determinado por la conciencia interna que dicta a cada paso, qué es lo que más conviene hacer.

No hay que meditar cuando se trabaja, porque esto podría distraernos de nuestra labor, pero hay que conservar un constante recuerdo de lo Único a lo que lo ofrecemos. Este es sólo un primer paso; porque cuando se alcanza una sensación constante de tener dentro de uno mismo un ser en absoluta calma, que permanece siempre concentrado en el sentido de la Divina Presencia, mientras la mente superficial hace el trabajo, o cuando uno comienza a percibir que es la fuerza creadora la que hace la obra y  nosotros en cuanto al personaje simples canales o instrumentos, entonces se habrá producido la unión divina en los trabajos.

El único trabajo que purifica espiritualmente es aquel que se realiza sin motivos personales, sin deseo de fama o reconocimiento público o grandeza mundana; sin insistir en los propios intereses mentales, o anhelo y exigencia vitales o preferencias físicas; sin vanidad o cruda autoafirmación, o reclamo de posición o prestigio; que se hace solamente en nombre de lo Divino y por orden de lo Divino. Todo trabajo realizado con espíritu egoísta, por bueno que sea para la gente que vive en el mundo de la ignorancia, no vale nada para el buscador del Yoga.

Basado en las enseñanzas de Sri Aurobindo.




jueves, 26 de septiembre de 2013

ESTRUCTURAS DE LA CONCIENCIA

                                                            


ESTRUCTURAS DE LA CONCIENCIA




El maestro zen y jesuita Enomiya Lasalle, escribió el libro "¿A dónde va el hombre?, en él hace una exposición impresionante de los distintos niveles de conciencia por los que ha atravesado el ser hasta hoy y hacia donde se dirige o mejor dicho la integración de todos esos niveles en la llamada conciencia integral o cuarta dimensión, al decir que: La Conciencia Integral tiene integradas todas las dimensiones anteriores.

Hay que entender la integración en un sentido de globalización y de unificación.
Esto no solo significa que al hombre se le vuelven trasparentes y conscientes las demás estructuras, sino que además, se da cuenta de cómo repercuten en su vida y en toda la humanidad.

Empezando por: La Conciencia Arcaica, que es la que menos conocemos, la característica de aquel ser era que formaba una unidad con su entorno, no había ningún enfrente y por tanto no había dualidad, carecía de toda dimensión.

Aparece entonces la Conciencia Mágica, empieza a insinuarse una conciencia todavía aletargada, solo tenía vivencias, siente la necesidad rudimentaria de tomar posesión del mundo y protegerse de las fuerzas naturales que le acechan y que no comprende, carece de una conciencia de su yo y vive en armonía con la naturaleza. No ha descubierto su unidad ni la dimensión espacio-tiempo. Es un ser telepático.

Esta estructura da lugar a la aparición de ídolos y rituales, era su única forma de expresión. El ídolo era lo "totalmente otro". Al final de su tiempo, degenera, apareciendo la brujería. Muchas costumbres y fiestas de los pueblos están basadas en este tiempo.

Nace después la Conciencia Mítica, si lo que caracterizaba a la Mágica era la toma de conciencia de la Naturaleza, lo que caracteriza a la Mítica es la toma de conciencia del almaLos mitos son los sueños colectivos de los pueblos; saber interpretarlos nos ilustran sobre aquellos seres que no escribían su historia. Los cuentos son un ejemplo de ello. 
A su tiempo también esta empieza a decaer llegando a ser tantos los dioses, espíritus y demonios que aquel hombre mítico ya no podía con ellos. Si no se hubiera impuesto entonces la estructura mental, habría sucumbido.

La Conciencia Mental,  la actual, (aparece con la cultura griega), también esta se acerca a su final, es fácil ver hoy más que nunca como la tensión mental se hace insostenible.
A toda irrupción de una nueva conciencia le preceden tiempos difíciles. Las mutaciones afectan siempre a la Humanidad en su conjunto aunque no se manifiestan por igual en todas partes.

Si la estructura mágica se caracterizaba por la emotividad y la mítica por la imaginación, la mental se caracteriza por la abstracción y su expresión, la Filosofía, alcanza su cumbre con Platón y Aristóteles, y se depura con San Agustín y Santo Tomás de Aquino.
La Conciencia Mental no puede comprender la Integral, sin embargo ésta se apoya en aquella.

En la Conciencia Integral, (o cuarta dimensión) se superan definitivamente los opuestos por medio de la transparencia. La estructura integral no se entiende hasta que como queda dicho no ha sido integrada en la conciencia la cuarta dimensión. Todas las estructuras juntas forman por lo tanto un todo, cuando esto se da, es posible la
TRANSPARENCIA QUE CARACTERIZA LA CONCIENCIA INTEGRAL. 

Y ese es ahora nuestro trabajo, tener claro cada vez más que solo "entregándonos" sin reserva a esa divinidad en el hombre ese ser superior que desea manifestarse, que desde el principio estuvo ahí y que ha llegado el momento de dar un gran salto a otra cosa, a otra forma, pues aquí el humano conociendo su procedencia y camino se sabe llamado a un alto destino; no se trata de ser santos sino de ser Conscientes.

Tras la Conciencia Integral el camino no termina pues estos no son metas sino pasos, y la quinta dimensión será el inevitable siguiente paso, ya hay seres que  viven las siguientes etapas: Conciencia Cósmica y Conciencia Solar.

sábado, 14 de septiembre de 2013

LA CRUZ

                                                                                                       

                                                                       
      

Si es difícil hablar de religión sin crear conflicto, rechazo o malestar, más difícil es hacerlo de la Cruz.

Y sin embargo poco se sabe de ella. 
La Cruz símbolo por excelencia del planeta Tierra por ser la representación del "eje del mundo". 
Se conoce de su existencia mucho antes del cristianismo. Representa la figura humana.  Situada en el centro místico del cosmos (en el cristianismo se dice que es el puente o la escalera por la que las almas suben hacia Dios). La cruz establece la relación primaria entre los mundo terrestre y celeste por su palo vertical, pero también por su palo horizontal que corta esta linea y representa el "eje del mundo", es una perfecta conjunción de contrarios en la que casan el principio espiritual y vertical con el orden de la manifestación y de la tierra.

El tema es amplio de tratar pero cuantas veces hemos oído que el camino de la perfección pasa por la Cruz, y así es, ningún otro símbolo representa tan bien al ser humano en su destino.

En una sintética explicación, ante la grandeza que representa, podríamos verlo así:
El humano y su vida cotidiana son un círculo desde donde se dirigen hacia fuera, en forma de flechas, los intereses propios y colectivos; llámense trabajo, familia, preocupaciones y personalismos de todo tipo,  siempre importante lo de "afuera", nadie es protagonista en este caso, solo víctima, todos, acontecimientos que como ondas atraviesan a la persona sin saberlo, es el ser disperso.

Llega un momento de cansancio donde el ser se mira hacía dentro, se pregunta por sus intereses ¿Quién soy yo? ¿Por qué actúo de esta manera? Necesita ser el sujeto de su vida, empieza a ser consciente de la masa de la que está compuesto, de las motivaciones que le manejan. Busca su centro.

En esta autoconciencia mental, podemos visualizar ahora el círculo dividido en dos mitades, superior o supraconsciente e inferior o subconsciente. El ser empieza a darse cuenta de que está hecho de intereses superiores, ideales, aspiraciones, belleza, bondad etc. Físicamente representado por la energía que desciende, por la aspiración continua hacia lo superior, pero también  lleno de temores, miedos, bajos instintos; es la bajada a los mundos inferiores, a los infiernos donde la persona se encuentra con toda su historia como individuo y como especie.

En este incesante subir y bajar llega un momento en que el centro de la persona toma posesión de su vida y contempla desde aquí todo el movimiento, es la persona despierta, el despertar. Sabe entonces de donde viene (subconsciente) y a donde va (Supraconsciente), rompe los límites de su circulo personal y el ego empieza a apartarse y con los brazos abiertos hacia el infinito y con un corazón despierto en un consciente constante la Redención se completa y la Cruz aparece en todo su contenido de Liberación y Vida.

Pero este es un arduo trabajo, solo el inicio, cuyo glorioso fin es el estado Crístico. La libertad va apareciendo con la Luz del Supraconsciente. La resurrección se realiza ganando terreno al subconsciente.

Es fácil de entender que el principio CRÍSTICO, es lo "no nacido",  por tanto no puede "morir". Es el principio cósmico, el hombre-cósmico, el hombre iluminado que vence al ego y se convierte en el CRISTO; solo la conciencia crística puede desembocar en EL con sus 7 niveles (chakras) recuperados y redimidos para la Divinidad: es el HIJO AMADO.








domingo, 8 de septiembre de 2013

EL ROSTRO FEMENINO DE LA DIVINIDAD

                                                                   
                                                                                 

EL ROSTRO FEMENINO DE LA DIVINIDAD


En tiempos casi perdidos, cuando se vivía de acuerdo con los ciclos naturales del año, se celebraba en estas fechas la natividad de María, de lo femenino. (Tiempo de cosecha, la tierra nos ofrece sus frutos madurados  al sol del verano).

En un plano esencial superior todas las formas son engendradas por lo absoluto, (comparado al vientre de la madre que guarda la posibilidad de engendrar, de crear vida).

Ese rostro femenino se manifiesta en la mujer, madre, María, matriz, materia, receptáculo, (Santo Grial), donde a través de su capacidad de concepción, el alma es recibida en su momento, para nuevamente tener la posibilidad de seguir aprendiendo, creciendo, evolucionando.

La madre, instrumento biológico proporciona la materia, y esta, forma parte de una Gran Materia Universal; el ser gestante (desde el punto de vista material) poco puede hacer por el ser engendrado pues este sigue su proceso con una fuerza y un orden del cual apenas es consciente la madre. Las características concretas con las que se engendra, llevan consigo la impregnación del proceso evolutivo del ser que llega. 

Con la primera inhalación lo Divino en la materia provocará el nacimiento (a la vida material) pues no se puede llamar nacimiento hasta que no se respira, y la madre biológica estará ahí como co-creadora  al servicio de la Vida.

El milagro, nacimiento y muerte se suceden con cada inspiración-espiración. Durante el tiempo correspondiente la madre biológica cuidará del niño, pero es la Madre Divina la energía universal la que sostendrá la vida en el ser con la respiración durante el tiempo que dure su ciclo vital. 

Este conocimiento traerá la nueva especie, sabiéndose personajes: madre-hijo, sin propiedad. "Si la madre es capaz de sentir esta nueva conciencia no poseedora, sabiendo que procrea y recrea en su creación como el Creador sin poseerla, que su creación  guarda en sí el potencial de crear más vida, para nuevamente recrear la Creación, esto le hará sentir más la Madre Divina que cuida y ama en libertad, entonces será el puente perfecto hacia esa nueva especie, pues esta se encuentra solo a un paso, ESPERÁNDONOS".









jueves, 22 de agosto de 2013

LA MEDITACIÓN I





         LA MEDITACIÓN I


                                                                 
La meditación es el estado natural del ser humano. 
Cuando se practica a menudo llega un momento que no es necesario retirarse ni cerrar los ojos para meditar. Al observar, se va comprendiendo el consciente y van apareciendo los contenidos del subconsciente, el cual poco a poco revela su carga ancestral en la  misma medida que eleva la consciencia a niveles superiores.

Lo hermoso del acto de meditar y entrar en el tiempo de la Sabiduría es que no hay nada que hacer, ningún lugar a donde ir. No se puede decir que te unes a Dios, porque nunca hubo separación (es un estado mental) y es ese estado de profunda unidad, del concepto Dios que tiene cada uno, (desde el concepto dual) quien toma las riendas para ir al encuentro; "solo" pide disposición y disponibilidad. Pero esta es una ardua tarea. La constancia, aunque no se vean los frutos, es necesaria si el corazón lo anhela, pues la verdad se encuentra solo cuando el ego está ausente, cuando se es capaz de dar el salto a lo desconocido confiando ciegamente en el encuentro.

Los místicos hablan de la noche oscura (tiempo de espera, dependiendo de la purificación necesaria y la aspiración que la acompaña). "Si Dios quiere" se apiadará y recogerá el alma que aspira. La mística es un pensamiento pensado hasta el final, hasta que no se puede seguir pensando. 

Ocurre que el medio externo, o mundo, interrumpe constantemente este estado del ser hasta el punto del olvido de sí mismo y de llegar a creerse que se es eso que se ve. Por este motivo en la tradición cristiana el llamado mundo  se convierte en uno de los enemigos del alma (lugar donde el ser acumula las experiencias y crece).  La práctica de la meditación devuelve a la mente al estado básico de silencio y observación.

Nuestro cerebro no conoce la diferencia entre lo que ve y lo que recuerda, porque activa las mismas redes neuronales. Por tanto "es urgente" Educar la mente para callarla, aportar silencios para entenderse y conocer las muchas posibilidades que nos esperan.

Una forma mental determinada nunca comprenderá lo que está más allá de ella; lo creado, lo limitado no puede concebir lo Eterno, lo no Creado. 

La mente ordinaria es el reino del ego. El ego se forma con el tránsito constante de determinadas redes neuronales hasta conseguir creer que solo existe eso que se cree y se hace, Como la imagen del niño que al taparse los ojos cree que el mundo desaparece.

Aquí se hace necesario el silencio, el testigo silencioso del devenir cotidiano, el acallamiento de los tres cuerpos: el mental, el emocional y el físico; Con el silencio se llega a la Vida que está detrás de todas las formas. Esa Vida es Amor Creador.

Con la meditación se descubre que la Divinidad es el Amor con el que se ama la claridad/luz de la mente más allá de lo superpuesto. El encuentro con lo Amado, tan íntimo y sublime, que tal vez solo las palabras de Juan de la Cruz, en su Noche Oscura, se acerquen cuando dice:

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado
cesó todo y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.  









jueves, 15 de agosto de 2013

LO ABSOLUTO ES LA SUSTANCIA CREADORA DE TODO LO QUE EXISTE



LO ABSOLUTO








"No existen los sabios, existe la sabiduría".


Se podría decir que la base del hombre está en lo absoluto, de donde emanan todas las cosas.


Es difícil explicar conceptos tan abstractos con simplicidad. Por eso lo más sencillo, es la mejor manera para conectar con lo más elevado. En cierto modo Jesús  habló en parábolas sencillas para explicar el mensaje que quería trasmitir. 


Sirva en este caso el ejemplo de una hoja de papel en blanco. Esta sería la representación de lo Absoluto Sin Manifestación, Potencia Creadora, Amor Creador, Inteligencia Suprema; Solo hay una hoja en blanco pero en ella pueden manifestarse mil formas distintas.  Aquí la mente creadora puede dibujar un árbol, una casa, estrellas, un río, un hombre, la imaginación es infinita. El lápiz que dibuja, sería Dios Creando. El dibujo sería la creación. El papel la base que sostiene esa creación. 


El Absoluto es la Potencia para realizarlo todo. Lo Puede contener Todo. El papel es necesario para que el bolígrafo dibuje. Es decir Dios necesita a lo Absoluto. A un nivel más elevado, lo Absoluto crea a Dios y de Ahí surgen el resto de las Criaturas..


Queda dicho con aquello de "existe un Dios lejano, que es A manifestado y un Dios cercano, el Creador, el que manifiesta, El o La que da forma y materia".  Ampliando esto en el hombre, podríamos plantearlo como que la Base del hombre es lo Absoluto (el Espíritu). Superpuesto al Absoluto está el alma individual y superpuesto al alma está el ser mental. 



En síntesis, la hoja de papel sería nuestra Esencia última. Lo dibujado en la hoja, sería el alma que surge de lo Absoluto. Y todos los adornos que queramos añadidos sería nuestra mente o ser frontal".

martes, 16 de julio de 2013

LA VIDA VERDADERA

                                               

                             
A lo largo de la historia de este planeta fueron apareciendo muchas creencias, ideologías y enseñanzas que han ayudado al habitante de la Tierra a comprender y comprenderse.

Su composición física, sicológica y sobre todo espiritual, consciente o inconscientemente ha supuesto en todas las épocas su gran ocupación, encarnando esta en seres y culturas determinadas. Sujeto como está a las leyes temporales y terrestres, no podían ser lo mismo las creencias del norte como las del sur, incluso en los lugares del frío como los del calor.

Así aparecen tres grandes corrientes: 
El Vedanta principalmente en la zona hindú que mantiene que todo es Maya (ensueño), centrándose en la idea.

El Zen, muy extendido en Oriente y que en los últimos tiempos llega con fuerza a Occidente. Con su "aquí y ahora".

El Cristianismo, que se extiende por toda la Tierra. Provocando el encuentro del alma con Dios.

Pero cuando se "despierta" a la vida interior se despierta a lo completo, y se ve que cada una de estas filosofías son una parte de un todo, que todas unidas forman lo completo, lo integro. 

La Sabiduría del Vedanta en la mente (cabeza), el Poder del Zen en la energía vital (vientre), el Amor del Cristianismo en el corazón (pecho).

Cuando se despierta a la verdadera vida interior o Iniciación a la realidad espiritual,  comienzan a aparece cualidades superiores. Una de ellas es algo parecido a una Fuerza que lo invade todo, como un rayo sin procedencia, una revelación que hace "ver" que todas las experiencias son el efecto de un proyecto concebido de antemano y con un destino concreto que supera al personaje. Algo Inmanente y Eterno, y que TODOS los proceso de vida está sujeto a unas leyes espirituales que se manifiestan en lo material, que esa Fuerza espiritual emana directamente de lo Absoluto, que está siempre presente, que es la que CREA, SOSTIENE Y ORGANIZA LA VIDA (se sepa o no).
Esa fuerza es la que temporalmente "selecciona" a seres como guardianes y comunicadores de Su Enseñanza para el proyecto de evolución.

Pero esta selección no es gratuita, está sujeta a condiciones y pruebas necesarias para la preparación  del ser, pues su trasmisión nunca es teórica, sino encarnada y vivencial.

Así es como se empiezan a comprender y descifrar los "dichos" antiguos. La Enseñanza Hermética se revela y se descubre que todo está en uno mismo.

Estos seres son el impulso evolutivo de la especie. Reunen las tres condiciones fundamentales: 

Viven la Sabiduría a través de una conexión directa con planos Superiores.
Las experiencias vividas les llevan hasta la encarnación de ellas.
Al encarnarlas, posibilitan y generan el avance de todos. Pues lo que un ser humano vive repercute en toda la especie.