sábado, 8 de marzo de 2014

EL DESPERTAR Y LA INICIACIÓN






 EL DESPERTAR Y LA INICIACIÓN




Tal vez una de las metáforas más clarificadoras para explicar el DESPERTAR a la vida espiritual y más tarde la INICIACIÓN, es el ejemplo de la casa. Curiosamente coincide con una visión recurrente que se da en algunas personas durante el proceso del sueño. Habitualmente esta casa tiene aspecto de antigua y grande, a veces se ve solo por fuera, otras,  la persona se siente recorriéndola y observando sus numerosas estancias.

En el estado del sueño cuando la mente consciente no "estorba" y como el destino de todo ser es encontrarse, en un principio la persona se ve a sí misma buscando, está fuera de su casa.

Podríamos decir que vivimos en una casa artificial, sin conocerla sin sentirla, sin ser conscientes de ella.

En un momento determinado, la persona ve la casa de su vida y encuentra la puerta por donde entra en ella  y sabe que es su casa. Simbólicamente es la puerta del corazón;  la casa es el alma. Es el  DESPERTAR  al alma.

Al traspasar la puerta la persona se siente sorprendida al darse cuenta de que la casa está desordenada y llena de "trastos" y que cuenta con numerosas estancias, pero siete de ellas son las más destacadas, son los siete Chakras (centros energéticos que representan las pautas del desarrollo evolutivo del ser humano, desde el físico, sicológico, emocional y espiritual) Estos son continuamente atravesados por energías Universales con la consiguiente condición matizada de cada uno.  Pero es una Única Energía que se divide en siete diferentes, o siete formas de amar.

La simbólica acumulación en las estancias no es otra cosa que el producto energético de las existencias anteriores para unas culturas y la herencia genética para otras. En todo caso es lo que el alma va acumulando. Pues el alma es la que se encarna, la que aprende. Y durante el ciclo de vida que le corresponde en cada ocasión y a través de las sucesivas experiencias se darán las oportunidades necesarias para  la purificación, o limpieza de la casa. 

En un simbolismo religioso occidental, esa entrada se conoce como autoconocimiento del ser interior o el encuentro con Dios.

Cuando ha transcurrido  un periodo de tiempo lo suficientemente grande en el que se han ordenado estas estancias o limpiado suficientemente estas energías o chakras, se va experimentando un estado de bienestar en la vivencia de la casa o conocimiento del alma. Es entonces cuando cada ser va dando su tono personal con sus características particulares al proceso de crecimiento o la individualización del alma; pues cada una viene a la vida a especializarse y manifestar así el Gran Cuerpo Cósmico.

Cuando la persona ya está instalada y puede andar por las siete estancias o energías y las conoce y se mueve en ellas libremente, un día  le sorprende ver que esa casa, su alma, es solo una parte de un inmenso edificio o parte del Todo.  La INICIACIÓN se ha dado.
La toma de posesión de la casa o del alma, es el YO SOY YO, la INICIACIÓN es YO SOY IO (infinito), YO SOY LA PARTE Y EL TODO.

2 comentarios:

  1. Brava querida ´Conchi, me gusta muchísimo leerte. El blog vá genial ¡¡ enhorabuena ¡¡
    Me alegra que estés escribiendo, que compartas tu sabiduría con los que ni siquiera estamos iniciados. Aprendemos y eso es un paso más de calma y paz. Muchas gracias Linda ¡¡ Abrazos del Alma.

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  2. Sería tan clarificante. Si , confío en que lo hagas ¡¡
    Las palabras las pones y las regalas y son una bendición para el dia a dia. Y como tales para solidificar lo aprendido.
    Gracias a ti por tu trabajo ¡¡ Abrazos ¡¡

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