lunes, 30 de diciembre de 2013

TRÁNSITO EVOLUTIVO II


       TRÁNSITO  EVOLUTIVO II


(Continuación del anterior I). Todo se descoloca para volver a encontrar el sitio. El hombre se siente partido en dos mitades (cuando se está formando el ego hay una sola). En la búsqueda se dan las dos, físicamente hablando, una frontal, con la zona de la frente, pecho, y vientre y otra axial, en el eje de la columna.

Simbólicamente se  pasar de una orilla a otra, o mejor aún, pasar del tiempo a la eternidad, o del tiempo, a una zona eterna que está ocurriendo en este momento. De un ego formado con esfuerzo, acabado, matizado, un hombre racional que ha superado al animal que está dentro, al ser que pasa ahora al hombre divinizado.

En un momento determinado la persona empieza a cuestionarse que no es aquello que ha creído, quiere buscar la fórmula, la respuesta, la puerta para ver qué de sí misma permanece, qué es lo que está mas allá de cualquier cambio, lo que en el lenguaje religioso sería la búsqueda de Dios, si esto se entiende como la búsqueda del origen. Entonces ocurre que, por alguna información de algo o alguien que tiene la vivencia (porque si no, no dará con ello, no entenderá), comprende y empieza a saber que para encontrar su YO tiene que acallar todos los niveles. Pronto surgirá la ocasión de saber lo que es la meditación.

La meditación trata de vaciar toda la zona frontal del hombre no solo los pensamientos, también los campos emocionales y los campos vitales desordenados, pero el mandato esta en la cabeza, pues si se consigue acallar los pensamientos será más fácil poner todo en orden, es un vaciado de pensamiento. Hace falta mucha constancia, a ser posible siempre a la misma hora; es como todo lo demás: hay horas para comer, horas para dormir y para meditar. El cuerpo así se acostumbra y todos las zonas de la persona se preparan para hacer un vaciado, un silencio para buscar esa puerta, esa clave, que es en realidad  la verdadera  identidad. 

Cuando  aparece el quien soy, es cuando empieza a desbaratarse todo, porque se le empieza a pedir al ser que suelte los pensamientos con todo lo que le ha costado elaborarlos, las emociones de apego con todo el coste de salir de su egoísmo para hacer un amor o seudo amor y que empiece a ordenar su cuerpo y deje al hombre animal en cuanto a comida, sueño, costumbres etc, Este es el trabajo a realizar y dependerá del ego formado. Si es honesto no será tan difícil pero si es desordenado le costará mucho más. 
Después de algún tiempo se llega a algo distinto con un sabor diferente y la mente se calla, no hay agitación mental, ni emocional, ni vital y aparece el CAMINO; cuando esto ocurre hay una gran riqueza CON UN MATIZ  DIFERENTE DEL VIVIDO, SE DESCUBRE COMO UN COMIENZO DE ALGO MARAVILLOSO QUE NO SABEMOS QUE ES, PERO NOS LLAMA. NO SOMOS NOSOTROS LOS QUE BUSCAMOS NUESTRA IDENTIDAD, ES ELLA LA QUE NOS BUSCA A NOSOTROS.

Y empieza  la noche oscura, dentro-fuera, dentro-fuera. Un día parece que ese dentro va ocupando más espacio en la vida, el tiempo será diferente, la persona acabará instalándose. Ahí no hay necesidad de la mente porque somos UNO en esencia. Hay una Mente Universal de la que cada uno somos una parte; y así ascendemos hasta Ella con la que nos unimos con todo lo que existe. Empezamos a saber las cosas tal como son, a conocer la esencia  de  la verdad. No hay ya  movimiento en los niveles emocionales. "El amor es la base o estructura de mi identidad, como soy amor lo único  que hago es expresar lo que soy al amar". Aparece una fuerza enorme de vida que se ha descubierto a base de muchos silencios y de mucho acallar los campos vitales, esa fuerza es todopoderosa, no tiene miedo, su origen no está en la persona, está mas allá.

Empieza por tanto a aparecer el superhombre con respecto a lo que se ha sido, UN VALOR que no tiene comparación posible con el valor que puede vivir un ego. UN AMOR que es la base profunda de la persona y una capacidad  DE CAPTACIÓN de las cosas tal cual son en su verdad. Hemos despertado al alma, al hombre nuevo, al Hijo en el lenguaje Crístico, pero todavía hay otro nivel. Descubre un día que toda ella (la persona) está regada desde arriba por una Fuerza o un Sol que ilumina todos los contenidos que hasta ahora eran individualizados, en primera persona, y descubre que en realidad es parte de un Todo y empieza a entroncarse y vivirse como parte de ese TODO sin perder su identidad humana. Es un proceso que puede durar años. Esta es la QUINTA DIMENSIÓN en la que la fuerza divina riega directamente a la persona y que más adelante aparecerá.

Ese ser de transición cuando está solo, en su soledad se encuentra con una plenitud indescriptible, como ha traspasado el tiempo lo que siente es eternidad. No necesita depender de nada ni de nadie, no depende de los campos mentales pues tiene acceso a toda la información, tampoco de los emocionales, salvo cuando interviene la memoria, que entonces, al estado natural de plenitud se le acopla un recuerdo, con lo cual se contamina por la congestión del pasado, y puede llegar a hacerlo desaparecer temporalmente pues ese, aquí y ahora permanente se interrumpe. En esa plenitud hay liberación, y todas las personas familiares o no se ven hermanados, pero en otro campo, son células hermanas de un Solo Cuerpo y en todos está el mismo denominador EL AMOR entiéndase siempre como voluntad de bien y deseo de bien. 

Con el estado de luz de la mente, la eternidad es un hecho continuo, tan natural como respirar, el campo emocional vibrará con armonía. El futuro desde aquí es un canto de esperanza.  Aunque el ser que se halla en él sabe que la dificultad más grande sin embargo en este estado de conciencia es poder llegar a conseguir el dominio sobre la materia para que responda a la ley de la Divinidad. Con este nivel  no hay ninguna dificultad para hacer desaparecer cualquier tipo de dolor, pero sí para crear  materia nueva. Sabemos que se ha abierto una puerta. No conocemos el cuando, y sobre todo, como será el avance pero si que la especie humana, LLEGARÁ A CREAR MATERIA.

domingo, 29 de diciembre de 2013

TRÁNSITO EVOLUTIVO I


            

                                         

Hay tres niveles en el ser humano que deben ser recorridos inexorablemente y que se suceden e integran como eslabones de continuidad.


El primero, podríamos compararlo a una masa indiferenciada que no sabe por que hace lo que hace. Una masa que sigue impulsos atávicos heredados de las sucesivas formaciones creadoras de la
materia, es el campo del Vital manifiestándose con fuerza. La vida se dá vida en sus necesidades y las satisface, esto debe estar claro porque muchas veces nos envuelve, nos rodea, nadie se para a reflexionar porque funciona así, no hay conciencia en ello, es un instinto de supervivencia, como el niño que comienza a vivir.

Con el tiempo y las experiencias vitales aparecen las ideas, la ideología, el campo Mental. La mente crece, se expande, multitud de pensamientos bullen y se contradicen con cognotaciones políticas, religiosas familiares etc. En torno a ellas se van formando grupos tribales. La tribu. Hay personas que siguen esos mandatos sin saberlo pues están por encima del individuo y le dominan.

Nos encontramos tras mucho tiempo de permanencia en el estado anterior que la persona se pregunta, se interroga, duda de sí, empieza a mirar de otra manera, el pensador interno se plantea la validez de las ideas y selecciona. Se va del colectivo tribal y entra en la conciencia individualizada a la que le es necesario y fundamental llegar a su cenit; dicho de otro modo, tendrá que pasar por todas las etapas de maduración, como en una escuela hasta llegar a grados superiores; será un proceso de formación perfectamente elaborado para alcanzar un alto grado de sensibilidad, colaboración, confraternización, autosuficiencia e independencia, con una inteligencia clara, atendiendo al cuerpo físico como a todos los demás, en resumen un ser completo. Aparece así en esta parte del camino un ego necesario, formado en todas las dimensiones.

Si esto no ocurre, siempre habrá deficiencias y dificultades. En su culminación el ego  piensa: "amo porque mi corazón está mejor amando, soy parte de una humanidad con la que colaboro, me dan y yo doy", y cuenta con un sentido de la acción absolutamente independiente para poder valerse por sí mismo. Cuando llega al cenit de su formación aparece "otra cosa",  la pregunta clave: Quien soy. Porque estoy aquí. Hasta entonces solo había estado viviendo en unos planos conocidos y periféricos, el hombre viejo, el yo inferior. 

Estos son los pasos:  empieza a descubrir que lo  que de verdad no es, es aquello que no tiene permanencia, que aparece y desaparece y descubre que un ego que se ha realizado completamente que ha costado formarse tanto, empieza a desordenarse a desbaratarse. Y se descubre que: No eres tus pensamiento, no eres tus emociones, no eres tus acciones. ¿Cual es el origen de todo esto? ¿de donde surge esa capacidad de acción?  La persona se siente desnuda y se inicia la búsqueda interior; pero en esa búsqueda interior todo está desordenado, aquí se produce una cierta PARANOIA. 
(continua)...

domingo, 22 de diciembre de 2013

SERES DE TRANSICIÓN




                                                                                             
                    SERES DE TRANSICIÓN



La expresión "Seréis como Dioses" en su definición más positiva, dejando a un lado la representación bíblica, tal vez sea la que mejor nos oriente hacia el llamado hombre de transición.

Al recobra el poder, la fuerza y la inteligencia implícita en todo ser humano, se estará realizando la frase de las escrituras que dice: "no soy yo, es Cristo que vive en mi.

Creo que el perfil del hombre de transición participa ya de "ser como Dios o ser Dios", y es aquí donde queda disuelto el ego personal, son dos realidades incompatibles; pues es la Divinidad la que empieza a manifestarse.

Hay muchas partes en el ser de transición que le completan. Por contarlo de una forma sencilla, ocurre como al principio del camino, que una zona sigue siendo del hombre viejo y otra participa ya del hombre nuevo; es como si se estuviera con un pie en el ser humano al que se pertenece desde hace siglos y con el otro en el ser Divino que también se es y se manifiesta cada día con más fuerza. Ese es el ser de transición porque si los dos pies estuvieran en un lado (en el divino) ya no sería  transición, se estaría ya instalado.

Cuando los campos mental y emocional están liberados, y lo están por la acción de la zona más elevada de ese humano, la divina, es donde se da el  "No soy yo, es Cristo que vive en mi".

Es imposible haber sostenido situaciones (a nivel humano) si no es gracias a esa fuerza que sostiene. 

El ser de transición sin más sería una teorización si no fuera porque ya está descrito en los estudios de Aurobindo (maestro del proceso de evolución). Es necesario entender y sentir que cada ser que pasa por ella, la integrará en su propio equipaje humano:  le resultará fácil lo que ya le resulta fácil y viceversa; el proceso será personalizado. 

Es como sentir que la divinidad va impregnándolo todo en una fusión perfecta, como el agua azucarada, pero hay una parte que conserva todos los equívocos y errores, todas las contradicciones, las no purificadas con  la participación de la memoria de la humanidad, con dolor, con sufrimiento; pero también con mucha claridad. Por poner un ejemplo: la postura ante la muerte no sólo ante la propia sino también ante la del entorno. Desde este nivel se pueden visualizar situaciones y personas sabiendo que no pasa nada, porque el entronque con todos los seres es en la divinidad, cuando el vínculo de sangre se disuelve no hay sentido de la posesión y se dá paso a la conexión con la divinidad en ellos; el entronque es siempre en la divinidad, no es que suelte el vínculo es que la divinidad se ha apropiado de ese vínculo y todo lo impregna, no hay responsabilidad ni sufrimiento ante sus necesidades, SOLO AMOR.

domingo, 15 de diciembre de 2013

PROCESO DE EVOLUCIÓN


                                                                                

                                                                                              

             PROCESO DE EVOLUCIÓN                                                                                                            


Podemos comprender que sea difícil para nuestra comprensión ordinaria encontrar relación entre la materia a la que estamos atados y la espiritualidad que nos hace libres, sin embargo el hombre guarda dentro un deseo de alcanzar esa libertad de atraer hacia sí un cierto grado de perfección.  Un deseo de alcanzar niveles superiores en todos los ámbitos de la vida. Una atracción más que demostrada en todas las épocas.

Lo que parece estar claro es que las etapas se suceden, la posterior sustituye a la anterior pero se diferencia de ella totalmente en su separación. 

El plano tridimensional está creado por los sentidos y la mente y su cuerpo es el sutil o astral, al que estamos sujetos los humanos actuales.

Entramos en una era única, diferente a las anteriores de una más alta calidad; la era de la espiritualidad, La Cuarta Dimensión donde se rompe la dualidad espacio-tiempo. Cuando se trascienden los sentidos y la mente y se va más allá del tiempo y el espacio inevitablemente se llega al plano cuatridimensional o cuarta dimensión. Las experiencias extra-ordinarias o conocimientos extra-sensoriales pertenecen a este plano.

Esto nos lleva a creer por experiencias vividas que asistimos al final de una larga partida, que nada menos se origina con el hombre de Neanderthal ya formado como humano, y que ya casi al final de ella, hace solo 2000 años, un ser ya terminado realizó al Cristo (cristal, transparencia) y marcó el camino hacia las posteriores etapas.

Creemos que el ser humano es el proyecto de un plan formidable, la Manifestación de Dios en la materia; pero es un plan inacabado por eso su larga evolución, su lento desarrollo, el hombre intuye, aspira pero no es capaz por sí de provocar la mutación de su conciencia. Hoy sabemos que un gran salto se ha dado, los acontecimientos evolutivos que se están manifestando hacen que esta época sea comparable en grandeza a aquella en la que aquél hijo del simio  tuvo su primer atisbo de pensamiento, como este hijo del hombre tiene sus primeros síntomas de divinidad.

Si aquel desarrolló un cerebro (400 cm3) para albergar sus nuevas costumbres y conocimientos, este lo desarrolla (1.500 cm3) para dar cabida a una nueva sabiduría-luz que trasciende todas las formas de vida conocidas hasta ahora, y poder ser el protagonista de ellas (la premisa del milagro).

Por supuesto ha sido un largo y penoso proceso, no se llega de repente al despertar, la limitación de nuestra naturaleza no nos permite acceder al mundo de lo Divino sin el instrumento preparado.

Ahora toca integrar en uno el mental y el emocional, las tres dimensiones y entrar en otra zona con poderes propios de ese estado de la cuarta dimensión. Quizás a eso se refería Quien dijo: "Cosas más grandes que yo haréis". Un ser "normal" tiene ahora que realizarlo, serán los SERES DE TRANSICIÓN







                                                                                        

domingo, 8 de diciembre de 2013

EL PLANO SUPRAMENTAL Y LA MATERIA




  



Hay seres en este mundo que poseen un gran nivel de conciencia. Su constante trabajo durante muchos años hace que sean su propio objeto de observación evolutiva como ser humano, con una inteligencia eléctrica, voluntad férrea y un camino de búsqueda interior hacia lo divino absolutamente inamovible.

Un fenómeno singular aparece en algunos: las suturas del cráneo comienzan a abrirse de forma que en alguna de ellas la distancia entre huesos puede llegar a ser de más de un centímetro. Cada apertura coincide con una nueva experiencia que aparece,  situaciones que llegan con una gran claridad.

Se vive la Conciencia Supramental (de la que habla Aurobindo),  Conciencia Integral, pues la visión es esférica. El entorno se revela en su totalidad sin tiempo ni espacio, pudiendo contemplar con toda claridad no solo al ser de transición  que se encarna  sino al nuevo ser del futuro. Cuando se vive en conexión con la Mente Universal se puede entrar en cualquier mente (somos uno) y se comprende que esa es una de las cualidades que nos esperan. 

EL SOPORTE PARA LA CONCIENCIA SUPRAMENTAL SE ESTÁ MATERIALIZANDO, UNA NUEVA CAPA CEREBRAL, UN NUEVO CEREBRO TOMA FORMA  SOBRE LOS ANTERIORES. Y es como si este no cupiese en el espacio destinado hasta ahora y tuviera que hacerse sitio hasta romper los huesos del cráneo.

Un hecho sin precedentes, no descrito, salvo en las medidas dadas por antropólogos de los distintos cráneos de nuestros antepasados, pues una ligerísima variación en su configuración anatómica daba lugar a cambios sustanciales en la evolución de la especie humana. Deducimos por tanto que este hecho ha ocurrido con todas las demás capas cerebrales.

Pero aún siendo importante para la ciencia, que sin duda estudiará en años, más importante es para  el  nuevo  estado  de  conciencia  pues,  sin  duda,  puede  proclamarse  como   
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. 
Si la primera fue el anuncio, la forma y el camino, y se ancló en la materia gracias a la cristificación de aquel Ser, la segunda se abre paso inexorablemente para cambiar al hombre, la materia y el mundo y hacer realidad la gran promesa.