jueves, 26 de septiembre de 2013

ESTRUCTURAS DE LA CONCIENCIA

                                                            


ESTRUCTURAS DE LA CONCIENCIA




El maestro zen y jesuita Enomiya Lasalle, escribió el libro "¿A dónde va el hombre?, en él hace una exposición impresionante de los distintos niveles de conciencia por los que ha atravesado el ser hasta hoy y hacia donde se dirige o mejor dicho la integración de todos esos niveles en la llamada conciencia integral o cuarta dimensión, al decir que: La Conciencia Integral tiene integradas todas las dimensiones anteriores.

Hay que entender la integración en un sentido de globalización y de unificación.
Esto no solo significa que al hombre se le vuelven trasparentes y conscientes las demás estructuras, sino que además, se da cuenta de cómo repercuten en su vida y en toda la humanidad.

Empezando por: La Conciencia Arcaica, que es la que menos conocemos, la característica de aquel ser era que formaba una unidad con su entorno, no había ningún enfrente y por tanto no había dualidad, carecía de toda dimensión.

Aparece entonces la Conciencia Mágica, empieza a insinuarse una conciencia todavía aletargada, solo tenía vivencias, siente la necesidad rudimentaria de tomar posesión del mundo y protegerse de las fuerzas naturales que le acechan y que no comprende, carece de una conciencia de su yo y vive en armonía con la naturaleza. No ha descubierto su unidad ni la dimensión espacio-tiempo. Es un ser telepático.

Esta estructura da lugar a la aparición de ídolos y rituales, era su única forma de expresión. El ídolo era lo "totalmente otro". Al final de su tiempo, degenera, apareciendo la brujería. Muchas costumbres y fiestas de los pueblos están basadas en este tiempo.

Nace después la Conciencia Mítica, si lo que caracterizaba a la Mágica era la toma de conciencia de la Naturaleza, lo que caracteriza a la Mítica es la toma de conciencia del almaLos mitos son los sueños colectivos de los pueblos; saber interpretarlos nos ilustran sobre aquellos seres que no escribían su historia. Los cuentos son un ejemplo de ello. 
A su tiempo también esta empieza a decaer llegando a ser tantos los dioses, espíritus y demonios que aquel hombre mítico ya no podía con ellos. Si no se hubiera impuesto entonces la estructura mental, habría sucumbido.

La Conciencia Mental,  la actual, (aparece con la cultura griega), también esta se acerca a su final, es fácil ver hoy más que nunca como la tensión mental se hace insostenible.
A toda irrupción de una nueva conciencia le preceden tiempos difíciles. Las mutaciones afectan siempre a la Humanidad en su conjunto aunque no se manifiestan por igual en todas partes.

Si la estructura mágica se caracterizaba por la emotividad y la mítica por la imaginación, la mental se caracteriza por la abstracción y su expresión, la Filosofía, alcanza su cumbre con Platón y Aristóteles, y se depura con San Agustín y Santo Tomás de Aquino.
La Conciencia Mental no puede comprender la Integral, sin embargo ésta se apoya en aquella.

En la Conciencia Integral, (o cuarta dimensión) se superan definitivamente los opuestos por medio de la transparencia. La estructura integral no se entiende hasta que como queda dicho no ha sido integrada en la conciencia la cuarta dimensión. Todas las estructuras juntas forman por lo tanto un todo, cuando esto se da, es posible la
TRANSPARENCIA QUE CARACTERIZA LA CONCIENCIA INTEGRAL. 

Y ese es ahora nuestro trabajo, tener claro cada vez más que solo "entregándonos" sin reserva a esa divinidad en el hombre ese ser superior que desea manifestarse, que desde el principio estuvo ahí y que ha llegado el momento de dar un gran salto a otra cosa, a otra forma, pues aquí el humano conociendo su procedencia y camino se sabe llamado a un alto destino; no se trata de ser santos sino de ser Conscientes.

Tras la Conciencia Integral el camino no termina pues estos no son metas sino pasos, y la quinta dimensión será el inevitable siguiente paso, ya hay seres que  viven las siguientes etapas: Conciencia Cósmica y Conciencia Solar.

sábado, 14 de septiembre de 2013

LA CRUZ

                                                                                                       

                                                                       
      

Si es difícil hablar de religión sin crear conflicto, rechazo o malestar, más difícil es hacerlo de la Cruz.

Y sin embargo poco se sabe de ella. 
La Cruz símbolo por excelencia del planeta Tierra por ser la representación del "eje del mundo". 
Se conoce de su existencia mucho antes del cristianismo. Representa la figura humana.  Situada en el centro místico del cosmos (en el cristianismo se dice que es el puente o la escalera por la que las almas suben hacia Dios). La cruz establece la relación primaria entre los mundo terrestre y celeste por su palo vertical, pero también por su palo horizontal que corta esta linea y representa el "eje del mundo", es una perfecta conjunción de contrarios en la que casan el principio espiritual y vertical con el orden de la manifestación y de la tierra.

El tema es amplio de tratar pero cuantas veces hemos oído que el camino de la perfección pasa por la Cruz, y así es, ningún otro símbolo representa tan bien al ser humano en su destino.

En una sintética explicación, ante la grandeza que representa, podríamos verlo así:
El humano y su vida cotidiana son un círculo desde donde se dirigen hacia fuera, en forma de flechas, los intereses propios y colectivos; llámense trabajo, familia, preocupaciones y personalismos de todo tipo,  siempre importante lo de "afuera", nadie es protagonista en este caso, solo víctima, todos, acontecimientos que como ondas atraviesan a la persona sin saberlo, es el ser disperso.

Llega un momento de cansancio donde el ser se mira hacía dentro, se pregunta por sus intereses ¿Quién soy yo? ¿Por qué actúo de esta manera? Necesita ser el sujeto de su vida, empieza a ser consciente de la masa de la que está compuesto, de las motivaciones que le manejan. Busca su centro.

En esta autoconciencia mental, podemos visualizar ahora el círculo dividido en dos mitades, superior o supraconsciente e inferior o subconsciente. El ser empieza a darse cuenta de que está hecho de intereses superiores, ideales, aspiraciones, belleza, bondad etc. Físicamente representado por la energía que desciende, por la aspiración continua hacia lo superior, pero también  lleno de temores, miedos, bajos instintos; es la bajada a los mundos inferiores, a los infiernos donde la persona se encuentra con toda su historia como individuo y como especie.

En este incesante subir y bajar llega un momento en que el centro de la persona toma posesión de su vida y contempla desde aquí todo el movimiento, es la persona despierta, el despertar. Sabe entonces de donde viene (subconsciente) y a donde va (Supraconsciente), rompe los límites de su circulo personal y el ego empieza a apartarse y con los brazos abiertos hacia el infinito y con un corazón despierto en un consciente constante la Redención se completa y la Cruz aparece en todo su contenido de Liberación y Vida.

Pero este es un arduo trabajo, solo el inicio, cuyo glorioso fin es el estado Crístico. La libertad va apareciendo con la Luz del Supraconsciente. La resurrección se realiza ganando terreno al subconsciente.

Es fácil de entender que el principio CRÍSTICO, es lo "no nacido",  por tanto no puede "morir". Es el principio cósmico, el hombre-cósmico, el hombre iluminado que vence al ego y se convierte en el CRISTO; solo la conciencia crística puede desembocar en EL con sus 7 niveles (chakras) recuperados y redimidos para la Divinidad: es el HIJO AMADO.








domingo, 8 de septiembre de 2013

EL ROSTRO FEMENINO DE LA DIVINIDAD

                                                                   
                                                                                 

EL ROSTRO FEMENINO DE LA DIVINIDAD


En tiempos casi perdidos, cuando se vivía de acuerdo con los ciclos naturales del año, se celebraba en estas fechas la natividad de María, de lo femenino. (Tiempo de cosecha, la tierra nos ofrece sus frutos madurados  al sol del verano).

En un plano esencial superior todas las formas son engendradas por lo absoluto, (comparado al vientre de la madre que guarda la posibilidad de engendrar, de crear vida).

Ese rostro femenino se manifiesta en la mujer, madre, María, matriz, materia, receptáculo, (Santo Grial), donde a través de su capacidad de concepción, el alma es recibida en su momento, para nuevamente tener la posibilidad de seguir aprendiendo, creciendo, evolucionando.

La madre, instrumento biológico proporciona la materia, y esta, forma parte de una Gran Materia Universal; el ser gestante (desde el punto de vista material) poco puede hacer por el ser engendrado pues este sigue su proceso con una fuerza y un orden del cual apenas es consciente la madre. Las características concretas con las que se engendra, llevan consigo la impregnación del proceso evolutivo del ser que llega. 

Con la primera inhalación lo Divino en la materia provocará el nacimiento (a la vida material) pues no se puede llamar nacimiento hasta que no se respira, y la madre biológica estará ahí como co-creadora  al servicio de la Vida.

El milagro, nacimiento y muerte se suceden con cada inspiración-espiración. Durante el tiempo correspondiente la madre biológica cuidará del niño, pero es la Madre Divina la energía universal la que sostendrá la vida en el ser con la respiración durante el tiempo que dure su ciclo vital. 

Este conocimiento traerá la nueva especie, sabiéndose personajes: madre-hijo, sin propiedad. "Si la madre es capaz de sentir esta nueva conciencia no poseedora, sabiendo que procrea y recrea en su creación como el Creador sin poseerla, que su creación  guarda en sí el potencial de crear más vida, para nuevamente recrear la Creación, esto le hará sentir más la Madre Divina que cuida y ama en libertad, entonces será el puente perfecto hacia esa nueva especie, pues esta se encuentra solo a un paso, ESPERÁNDONOS".