martes, 13 de abril de 2021

                           

                           TIEMPO DE RESURRECCIÓN    


    En la cultura religiosa occidental la palabra Resurrección hace referencia a Jesús de Nazaret y su ejemplo de Camino. Tras la Cuaresma, Pascua y Pasión, al tercer día de su muerte, se cuenta que resucitó, que regresó a la vida.

RESURRECCIÓN (del latín resurrectío) significa levantarse de nuevo. Resurgir o alzarse una vez más. Renacer a un nuevo Ser.  Nueva vida.

Fácil es ver el ciclo personal del paso por la vida de un ser que encarna. Todo en la persona.

Pero... ¿Quién resucita y a qué?
Para que haya resurrección ha de haber muerte. Muerte a la superficialidad de la apariencia; al "yo" que solo mira por su propia satisfacción, sus pequeñas necesidades; al hombre viejo con todo su contenido de hábitos trasnochados para dar paso a lo nuevo, con su nueva consciencia de unidad. 
Llegar al IO infinito. La unión con Todo. El nuevo tiempo, el del Espíritu.

No en vano, el día de Resurrección se celebra siempre coincidiendo con el primer Domingo del Equi- noccio de Primavera (del latín, igual el día que la noche). En este tiempo los rayos del Sol inciden directamente sobre el Ecuador de la Tierra (hecho que se produce dos veces al año).
Sobre el 20-21 de Marzo el Sol cruza el Ecuador de Sur a Norte dando luz y calor al hemisferio Norte. Como ejemplo de ceremonia, en el centro de Méjico "está" la puerta del Sol, desde donde el día 20 de Marzo a las 3:37 pudo contemplarse este magnífico espectáculo que hace 1000 años a.c. ya los Mayas veían desde la pirámide de Kukulkán. 
Algo singular ocurre, el Sol nace directamente por el Este y se pone exactamente por el Oeste para todos los habitantes del Planeta. Un nuevo y equilibrado renacer interior.

Pero la Resurrección está estrechamente unida a la Cruz y a la Redención. Al margen del simbolismo cristiano, por la elementalidad del signo. -Las nociones elementales aparecen sobre la Tierra sin necesidad de influjo cultural- Como el Árbol de la Vida, la Cruz es el "eje del mundo". Conjunción de contrarios. Principio espiritual vertical, con el orden de la manifestación y la Tierra horizontal.

El olvidado cristianismo esotérico nos recuerda que la Cruz es el símbolo por excelencia pero no de dolor sino de Resurrección (como recuerdo). 

Y así, podemos ver al "palo inferior" como representación de todo un largo camino de evolución  donde se concentra la herencia genética con toda su carga de experiencias inconscientes individuales y colectivas, el lugar de donde venimos con su inevitable dirección hacia arriba.
Esta zona con sus recuerdos ancestrales interfiere con sus sombras (ignorancia) en todas las acciones del humano condicionándole e impidiéndole vivir los anhelos superiores. Son los mundos inferiores. Los infiernos. Nuevamente personales y colectivos. La Resurrección se realiza ganando terreno al subconsciente.

Con las experiencias de la vida en el proceso de evolución el alma se va descubriendo y elevando hacia cimas más altas en todos los niveles.

En esta elevación se producirá el encuentro con la conciencia superior o supramental. Aquí el Amor, la Sabiduría, la Luz, el Poder, son el destino natural de la herencia Divina, el lenguaje cristiano de los Hijos de Dios. Es la representación del "palo superior"

Pero una condición es necesaria, la "aspiración" de la persona. Si esta es grande y el trabajo es constante, todo estará preparado para dar el salto hacia la Esencia, el Yo Superior, la Presencia, la materialización de la Divinidad o el Cielo en la Tierra.

El buscador de la verdad sabrá que todas las filosofías de todos los tiempos hablaban del Nuevo Nacimiento necesario para conocerse y reencontrarse. En los jeroglíficos egipcios pueden verse con mucha frecuencia representaciones de la conciencia del presente; ellos no se preocupaban del futuro, El ser construye su futuro con justas acciones presentes, eso dará la ligereza de la pluma (representación de la conciencia) y por tanto un corazón ligero. Aquí aparece la REDENCIÓN.

Pero inevitablemente tendrá que cruzar y sostener el brazo horizontal, la conjunción de los contrarios, positivo-negativo, superior-inferior, vida-muerte. En un sentido profundo se podría decir que esto es estar crucificado. Vivirlo todo. 

Desde esta profunda PASIÓN se renace, se RESUCITA

El ego (o ignorancia de todo esto) cede su espacio al nuevo nacimiento.  La Resurrección.

La vida cambia. Entonces el personaje se pone al servicio de la ley Superior que ha descubierto y, lo que en un principio se creía vida, se convierte en la Verdadera Vida. 

Aquí, desde el centro de la Cruz, el ser que ya conoce su verdadero potencial y se siente unido a todo lo que existe se abre al infinito con un corazón despierto en un constante Aquí-Ahora.

ESTAMOS DESTINADOS A UN CAMBIO PROFUNDO.



Referencias: Diccionario de Símbolos de Juan Eduardo Cirlot.


domingo, 14 de febrero de 2021

LA CULPA Y LA AUTOESTIMA

Nacemos al mundo con la disposición hacia unos códigos de vida determinados. Condicionados. Venimos programados. Estar condicionados es estar "dormidos". Estar atados a un sistema de control inconsciente, difícilmente rectificable y hay una predisposición a sentirse culpable. Miedos, fobias, depresiones etc., tienen su base en la culpa profunda anclada en el alma, en el A.D.N. (el árbol del bien y del mal) desde tiempos remotos. Ésta hunde sus raíces en nuestra propia creación-manifestación que lleva implícito el olvido del proyecto.

Por esta razón, nos presentamos situaciones durante el periodo de aprendizaje para poder reconocer la culpa, para verla. La vida la estamos creando para descubrir "quienes somos". 

Es la mente ejecutora, instrumento del ego, la gran condicionada, una mente pequeña llena de costumbres, rutinas e ideas preconcebidas que establece sus códigos en los primeros años de vida. Esta personalidad o forma particular de ser quiere seguir perpetuándose, pero llega un momento (porque somos parte de la naturaleza y en ella todo cambia) que la propia evolución empuja más y más. Si el nivel de consciencia es suficiente, ese cambio se producirá incluso en la estructura material, en el cuerpo.

La culpa suele ir acompañada por lo que podríamos llamar sus hermanas; la pena, la tristeza y el terrible victimismo, que agobia al corazón y causa dolor a su paso. 

Solo hay una razón para ello, un ego inmaduro y perdido, el pequeño y siempre herido protagonista egoico. Un sentimiento tan dañino como este solo puede servir a algo tan pasajero y eventual como al ego para sentirse a salvo, un siempre "tener razones para tener razón". La mente condicionada busca el control, el estatus y la posesión porque se siente separada de Todo. NECESITA DEMOSTRAR CANSADA Y CONSTANTEMENTE SU VALÍA, PUDIENDO LLEGAR A AGOTAR EL CUERPO  FÍSICO  Y  HACERLE  ENFERMAR.

Aquí cabría aquello de ¿qué es mejor "ser feliz o tener razón"? Si este ser supuestamente culpable calmara la mente alocada, se daría cuenta de que en su silencio se encuentra la sede de la verdad. "Vería" que todo cuanto le sucede está programado por un nivel o estado  superior de su mente, y es aquí donde se encuentra el plan, su Plan. Un nivel en el que la visión del mundo y sus acontecimientos se colocan por encima del egocentrismo de su pequeña vida y que es precisamente para contemplarse en esas situaciones carentes por lo que suceden. Para conocer su verdadera valía. AUTOCONOCERSE. 

Aquí comienza realmente el trabajo de "evolución consciente" pero será preciso una constante y silenciosa observación. Este trabajo irá naturalmente precedido por el deseo de superación de sí mismo que "emana" de la aspiración  a "Algo Más".

Los que no se conforman con las apariencias y la culpa, saben que los retos de la vida traen con ellos las fuerzas para superarlos y entrar así en el siguiente nivel  EVOLUTIVO.

Saber, que no creer, es desembocar en algo muy íntimo, algo más fuerte y profundo que late dentro y que está siempre presente (se sepa o no) y que como dijo Juan de la Cruz "Aunque es de noche" empuja y protege a la vez de toda adversidad pues motiva a tener una actitud diferente frente a los acontecimientos adversos estimulando la creatividad.

No estamos aquí para ser observadores pasivos y mucho menos víctimas de los acontecimientos del mundo, sino para ser sus protagonistas y, como tal, provocadores de los cambios oportunos.  

Pascal dijo: Toda la infelicidad del hombre radica en que es incapaz de sentirse bien en su habitación.

Nuestra aventura evolutiva no ha terminado, la humanidad evoluciona lentamente hacia un estado sublime de consciencia. He aquí el desconcierto de la personalidad y su tristeza ante el "no llegar". La pregunta sería: "Quién soy yo que anhelo algo, que no sabiendo qué es, sé que me haría feliz" (la oportuna frase de Teresa de Jesús, "quien soy yo que mi amistad procuras". Solo estamos de camino y el camino tiene sus normas. Es una aventura en el interior de la consciencia. Viajando buscamos eternamente algo que está en nuestro interior (no busquéis arriba ni abajo, el Reino de los Cielos (lo perfecto, la sabiduría, la paz, la claridad mental, la salud etc.) está dentro de vosotros mismos). 

LA RISA INFANTIL DEL INFINITO.  EL ETERNO DELEITE DEL JUGADOR DEL JUEGO. 

Y el Juego es el camino, el Proceso.  Místicos, poeta y ahora científicos lo saben y lo dicen. Aquí no cabe la culpa.

Creer en uno mismo, darse cuenta de las propias metas conseguidas, de las cumbres con esfuerzo alcanzadas hace que la consciencia cambie y por consiguiente cambie la percepción (esto requerirá una atención sostenida) y el mundo cambiará irremediablemente.  No hay límites.

LA CONSCIENCIA DETRÁS DEL UNIVERSO NOS ESTÁ SOÑANDO A TODOS

Inevitable mencionar las religiones o las distintas terapias que alivian  momentáneamente esta culpa o pecado (pérdida de camino). El humano perdido, carente de propósito y poder,  necesita en algún momento recurrir a una "autoridad" para aliviar su pena, su duda, su falta y sentir la comprensión o el perdón. 

¿Cómo cambiar esto? CAMBIANDO LO QUE SE SIENTE RESPECTO A ELLO. 

La observación serena, sin identificación ni juicio, es el mayor y más eficaz instrumento de transformación, naturalmente con una actitud sincera, sin engaños personales. 

IDENTIFICARSE CON LO OBSERVADO DESTRUYE LA POSIBILIDAD DE CAMBIARLO.

viernes, 22 de enero de 2021

LA VOLUNTAD  (Cualidad del Alma)

                                       
Se podría definir a la voluntad como la libre elección y por tanto la conducta de un ser autoconsciente basada en una reflexión inteligente.

Como principio es una característica de rango superior, o divina (no olvidemos que se sabe que los animales comparten cierto grado de psicología con los humanos, naturalmente en un nivel rudimentario pero carecen de voluntad.) 

La voluntad capacita a la mente humana a conseguir grados de consciencia, pasando desde una visión o estado mental subjetivo a expresarse de forma objetiva y experimentar así el destino de encontrarse con su divinidad.

El significado de la vida es su adaptabilidad, pero cuando la voluntad está presente  aparecen los estados superiores del ser,  pues el valor de la vida es su capacidad de progresar de una forma inteligente.

El conocimiento se puede demostrar, son datos. Si no se vivencian solo crece el ego (la superficial percepción de uno mismo).

La verdad se experimenta (a través de la voluntad en la búsqueda).  Es una experiencia del alma que produce crecimiento.

Todo lo que existe es un estado vibratorio, nada está inmóvil "TODO VIBRA" (3er principio de la Ley Cósmica).

Todo vibra y cuanto más alta sea esta vibración mayor será el nivel de conciencia en la jerarquía.

Y como todo, debe experimentarse en la materia. La voluntad en el cuerpo físico se sitúa en el entrecejo, en medio del frontal, conectada con la glándula pineal (la que ve). La que ve la misión y el proyecto terrenal del humano.

La voluntad como instrumento superior estará siempre al servicio del PROPÓSITO, el que nos ha traído hasta aquí. Y este está ya en el corazón desde el nacimiento. Corre por la sangre, está en el A.D.N. Sabemos que el propósito no es el fin sino la forma personal de recorrer el camino, la experiencia, la aventura de vivir.

Por eso voluntad y corazón deben ir unidos para cumplir la MISIÓN (y solo a ella se servirá con su-misión).

Así como la voluntad está en el entrecejo, la MISIÓN se sitúa en el centro del humano, en el pecho.

Pero las emociones acechan al propósito de evolución humana. Las emociones son las memorias vividas ancladas en la parte femenina del ser que quiere afianzarse en la Tierra para crearla y manifestarla aunque para ello olvide a menudo su propio destino. Esta sigue siendo la tarea, la parte terrenal que a menudo bloquea la celestial. No olvidemos que el humano es la zona intermedia entre el Cielo y la Tierra (M.Ch).

Nunca debe confundirse la voluntad con el intelecto, pues:
El intelecto es un pequeño foco de la Inteligencia, (o la capacidad de saber elegir lo mejor).  La Inteligencia es un pequeño foco de la Sabiduría.

El Intelecto utiliza el razonamiento (mecanismo de rastreo y posibilidades)

El Intelecto es mental.

La Inteligencia son ideas.

La Sabiduría es VISIÓN.