lunes, 24 de junio de 2013

LA ENSEÑANZA Y EL INICIADO



                  


La Enseñanza nunca es mental por que es eterna.


El intelecto, la inteligencia
 tiene su reino y poder en el mundo y en él queda cuando partimos; lo que perdura a través de los tiempos y las civilizaciones por tanto no puede ser intelectual. La Sabiduría es el conocimiento Universal y la Enseñanza el reconocimiento de  la manifestación de sus leyes.

Cuando se recibe información y ésta "es verdadera", provoca en la persona como un "recuerdo", un re-conocimiento, le "re-suena" (todo está ya en el Ser).


La forma de transmitirla casi siempre es boca-oído y tan sencilla  que la mayoría de las veces la mente (pues su diseño es limitado) no la valora.


Nunca funciona por acumulación de datos, sino por "resonancia" "re-suonare" (volver a sonar) que va despertando a los distintos niveles de conciencia y produce crecimiento por ese re-conocimiento de "lo que ya Es". 


El concepto mental como lo conocemos, es necesario durante un tiempo hasta formar el ego.


El proceso de desarrollo de la conciencia en la naturaleza, es lo que denominamos EVOLUCIÓN y está encerrada, oculta desde la primitiva materia inerte, pasando por el reino vegetal, animal y el auto consciente humano, en el que nos encontramos.


Desde la mente a lo largo de la historia humana, todas han sido filosofías teóricas, creencias ideológicas, expuestas a la manipulación del poder y bajo el dominio del ego.


Escondida detrás está la Verdad, la Vivencia que emana de la Enseñanza.


Para que la Enseñanza tenga eco en la persona es necesaria una condición: la aspiración espiritual, un "algo" que suavemente palpita en el interior, que parece propio y ajeno a la vez, y que cuando se hace presente nunca abandona su lugar.


Es ella la que mantiene la alerta, la llamada permanente, ella la que empuja en la dirección correcta, hasta que un día se produce el encuentro, se rasga el velo y la antesala del espíritu se abre al personaje. Se desvela la Luz de la Verdad. El nuevo nacimiento. La iniciación a la verdadera vida comienza y el INICIADO aquel que sin dejar su lugar en el mundo, se abre al infinito, nos entrega los instrumentos necesarios para descubrir nuestra herencia Divina y transitar la gran aventura del Reino Interior y vivirla y manifestarla.














LA NUEVA CONCIENCIA



                                                           
                                                                                   








Hoy la ciencia avanza de una forma geométrica. Cada descubrimiento trae consigo otros de igual o superior importancia; las células madres en medicina, la composición de los agujeros negros o la aparición del Bosón de Higgs, son acontecimientos insospechados para otras épocas y que nos hablan del impresionante potencial humano

La ciencia investiga el como y el porque de todo cuanto compone nuestro Universo 
conocido,  desde lo más pequeño a lo más grande. Los polos empiezan a encontrarse.

Paralelamente hay seres que, con algo más que una mente privilegiada, desde siempre se preguntan el quien soy  y es ese algo más lo que les da respuestas.

Son el otro brazo de este gran Cuerpo Cósmico.


Estos seres que fueron poetas, artistas, místicos, desembocan ahora, a fuerza de llamar a la Gracia, a la Belleza, a la Divinidad a un nivel de conciencia por encima de lo normal. Están provocando al ser de transición, a una vida más elevada, más digna; porque el proceso de evolución continua.


La fase siguiente será, según el maestro Sri Aurobindo, establecer en la Tierra la conciencia SUPRAMENTAL encarnada en un ser superior: super hombre o hombre dios.


De aquí que la presente humanidad se halle en un punto de máxima tensión. No hay más que observar los acontecimientos que se están dando tanto a nivel político, social, religioso, incluso climático para darse cuenta de que el cambio ya está aquí. Las preparaciones, las vísperas siempre son tensas.

La mente, el instrumento más elevado y organizado por la naturaleza, está a punto de ceder su lugar a un estado superior de sí misma, un tipo de conciencia por encima de ella. Una nueva comprensión de la vida más vasta, que se expande y universaliza por su instrumento, la Gran Enseñanza.