La Enseñanza nunca es mental por que es eterna.
El intelecto, la inteligencia tiene su reino y poder en el mundo y en él queda cuando partimos; lo que perdura a través de los tiempos y las civilizaciones por tanto no puede ser intelectual. La Sabiduría es el conocimiento Universal y la Enseñanza el reconocimiento de la manifestación de sus leyes.
Cuando se recibe información y ésta "es verdadera", provoca en la persona como un "recuerdo", un re-conocimiento, le "re-suena" (todo está ya en el Ser).
La forma de transmitirla casi siempre es boca-oído y tan sencilla que la mayoría de las veces la mente (pues su diseño es limitado) no la valora.
Nunca funciona por acumulación de datos, sino por "resonancia" "re-suonare" (volver a sonar) que va despertando a los distintos niveles de conciencia y produce crecimiento por ese re-conocimiento de "lo que ya Es".
El concepto mental como lo conocemos, es necesario durante un tiempo hasta formar el ego.
El proceso de desarrollo de la conciencia en la naturaleza, es lo que denominamos EVOLUCIÓN y está encerrada, oculta desde la primitiva materia inerte, pasando por el reino vegetal, animal y el auto consciente humano, en el que nos encontramos.
Desde la mente a lo largo de la historia humana, todas han sido filosofías teóricas, creencias ideológicas, expuestas a la manipulación del poder y bajo el dominio del ego.
Escondida detrás está la Verdad, la Vivencia que emana de la Enseñanza.
Para que la Enseñanza tenga eco en la persona es necesaria una condición: la aspiración espiritual, un "algo" que suavemente palpita en el interior, que parece propio y ajeno a la vez, y que cuando se hace presente nunca abandona su lugar.
Es ella la que mantiene la alerta, la llamada permanente, ella la que empuja en la dirección correcta, hasta que un día se produce el encuentro, se rasga el velo y la antesala del espíritu se abre al personaje. Se desvela la Luz de la Verdad. El nuevo nacimiento. La iniciación a la verdadera vida comienza y el INICIADO aquel que sin dejar su lugar en el mundo, se abre al infinito, nos entrega los instrumentos necesarios para descubrir nuestra herencia Divina y transitar la gran aventura del Reino Interior y vivirla y manifestarla.