Cuando llegue mi hora y me vaya de aquí quiero dejarte, Tierra amada, un cuerpo lo más sano posible. Un cuerpo físico que me proporcionó la mujer a la que llamé madre antes que a ti, el que tu protegiste y cuidaste con el aura vital.
Para ello me cuidaré de no darle tóxicos que lo debiliten y enfermen.
Le alimentaré con los productos que con tanta generosidad me proporcionas en cada estación del año.
Le dejaré descansar para su asimilación y regeneración.
No permitiré que nada le dañe.
Esa será desde hoy y hasta ese día mi homenaje a tí y con ello restableceré el respetuoso recuerdo hacia mis antepasados.
YO SE LO DEBO
No me permitiré seguir con la queja de que las circunstancias no son las que mi pequeño yo espera.
Apoyaré fuertemente los pies en tí, madre, para no evadirme de mi responsabilidad ante los hechos, pero también tendré la cabeza fría para ver con claridad.
Miraré de frente al Amor que todo lo mueve pero también al miedo cuando me acose.
Pondré mi propósito de vida al servicio de los demás.
Se que cuando así lo hago, estás a mi lado y me sostienes con tu fuerza y te veo y me premias, pues también sé que la vida que soy, funciona a favor de la Vida.
Sé que flaquearé y que mi pequeña mente en ocasiones me contará historias terroríficas. Esto es una escuela y todos los días son diferentes. Así aprende el Alma.
Haré de mi vida la disciplina del guerrero.
PORQUE TE LO DEBO
Cuando sienta que me pueden las dificultades, recordaré tu esfuerzo para que yo, hoy esté aquí.
Nunca más me sentiré sola porque ya he cogido tu mano.
Agradeceré de por vida al padre Cielo que contigo un día me formó.
Agradeceré lo que me das cada día porque sé que es exactamente lo que necesito y que nunca me faltará.
Pondré mi consciencia en cada acto porque sé que así te restaré sufrimiento.
Y prometo devolverte un cuerpo lo más completo y sano posible cuando llegue mi hora final.
PORQUE TE LO DEBO.