La especie humana como tal en su largo caminar solo ha alcanzado un peldaño del ascenso hacia su divinidad.
Está esperándonos un mundo que no imaginamos.
No se trata de ser santos. Se trata de ser Dios. Se trata de la fusión con Dios. De conocer el Poder, la Sabiduría, la Luz que en este momento evolutivo es difícil imaginar.
Todo está esperándonos unos pasos más arriba. Quien ahora ha llegado a la cumbre de su realización sólo ha llegado a la base del siguiente peldaño (y sé que esto desmantela a los santones). La mística de la edad media no soñaba con el Ser Cósmico, y tras este, existe el Ser Solar. Todos estos logros no son metas sino pasos en el camino.
La especie está destinada a comunicarse con el pensamiento. A mover la materia sin esfuerzo. A trasladarse con la voluntad. El ser humano no se conoce, no sabe quien es. TODO ES UNO EN INDIVIDUALIDADES EVOLUTIVAS EN LA MANIFESTACIÓN.
Hay un tiempo de jugar al personaje, pero si no se conoce bien el camino a recorrer se corre el riesgo de las identificaciones con la consiguiente demora en la instalación de la auténtica identidad.
Las energías del ser de hoy son altamente escasas, prodría decirse están a medio gas y ni siquiera se da cuenta. Naturalmente para llegar al siguiente nivel es necesaria la purificación del peldaño que se deja. Esto es lo que llamamos las alteraciones de la vida y la razón de nuestras "incomodidades". ESA ES LA LEY. Y se cumple inexorablemente.
No se trata de ser santos. Se trata de ser Dios. Se trata de la fusión con Dios. De conocer el Poder, la Sabiduría, la Luz que en este momento evolutivo es difícil imaginar.
Todo está esperándonos unos pasos más arriba. Quien ahora ha llegado a la cumbre de su realización sólo ha llegado a la base del siguiente peldaño (y sé que esto desmantela a los santones). La mística de la edad media no soñaba con el Ser Cósmico, y tras este, existe el Ser Solar. Todos estos logros no son metas sino pasos en el camino.
La especie está destinada a comunicarse con el pensamiento. A mover la materia sin esfuerzo. A trasladarse con la voluntad. El ser humano no se conoce, no sabe quien es. TODO ES UNO EN INDIVIDUALIDADES EVOLUTIVAS EN LA MANIFESTACIÓN.
Hay un tiempo de jugar al personaje, pero si no se conoce bien el camino a recorrer se corre el riesgo de las identificaciones con la consiguiente demora en la instalación de la auténtica identidad.
Las energías del ser de hoy son altamente escasas, prodría decirse están a medio gas y ni siquiera se da cuenta. Naturalmente para llegar al siguiente nivel es necesaria la purificación del peldaño que se deja. Esto es lo que llamamos las alteraciones de la vida y la razón de nuestras "incomodidades". ESA ES LA LEY. Y se cumple inexorablemente.
Todo está cambiando a nuestro alrededor, y los modelos social, político, familiar no sirven actualmente.
Llega la nueva especie con campos ya purificados. El ser del futuro no tendrá secretos, todo estará a la Luz, no habrá nada que ocultar. Todos sabrán siempre que pensar, sentir y decir.
Se vivirá en todo momento en conexión con el espíritu.
La vida espiritual es la vida del espíritu no la del ego ni la de nadie separado, es el Todo reunido en Uno, constante y continuo. El espíritu lo es Todo.
El campo que conocemos y sobre todo el inmediatamente siguiente que no conocemos se abre ya con la nueva especie, donde todos los shakras (energías que completan al humano) se purifican y desarrollan siempre un poco más.
El espíritu tendrá el dominio de la vida en la tierra. En la tierra está la Divinidad encarnada y será el reino del Hombre-Dios, es decir Dios y Dios se unen. Por decirlo de otra forma, ese oculto que está en la Tierra se manifiesta a ese no oculto que está en el hombre que se reconoce.
El espíritu tendrá el dominio de la vida en la tierra. En la tierra está la Divinidad encarnada y será el reino del Hombre-Dios, es decir Dios y Dios se unen. Por decirlo de otra forma, ese oculto que está en la Tierra se manifiesta a ese no oculto que está en el hombre que se reconoce.
Hay mucho por descubrir en la materia. Hay que bajar muy profundo hasta ella. Porque pisar tierra no es el aquí-ahora quieto, es un aquí-ahora que no cesa de avanzar continuamente hacia adelante. Hacia un poder mayor. Hacia un poder sobre la materia. Hacia una generación solo con la voluntad y con el Amor.
Cuando se está viviendo desde un segundo nivel, se continúa alimentando el ego en un aquí-ahora bastante limitado. (Recordemos que el primer nivel es el ego, el segundo el corazón o ser emotivo, el tercero el alma o ser psíquico) pero poco se sabe del cuarto que es el infinito, el Espíritu.
Por tanto vivir la vida del Espíritu ha de darse desde la experiencia del cuarto nivel. Aquí se conoce y se reorganiza todo. Pues aquí ES la eternidad. Lamentablemente, esto es bastante desconocido aún. Habitualmente se vive en los primeros planos; se cree que pisar tierra es otra cosa, que ver la Luz y el Amor es otra cosa, tal vez momentáneamente más gratificante por la forma, pero sin el Poder de cambiar nada. Muchas veces el Amor es justo lo contrario de lo que se vive. El Amor sabe decir no cuando el camino no es el correcto. Aquí al Amor se une la Sabiduría y la Luz que ve y no se detiene en emociones que solo atan a un pasado sin libertad.
Esta es la "figura" del nuevo ser. El ser de la nueva especie.
Por tanto vivir la vida del Espíritu ha de darse desde la experiencia del cuarto nivel. Aquí se conoce y se reorganiza todo. Pues aquí ES la eternidad. Lamentablemente, esto es bastante desconocido aún. Habitualmente se vive en los primeros planos; se cree que pisar tierra es otra cosa, que ver la Luz y el Amor es otra cosa, tal vez momentáneamente más gratificante por la forma, pero sin el Poder de cambiar nada. Muchas veces el Amor es justo lo contrario de lo que se vive. El Amor sabe decir no cuando el camino no es el correcto. Aquí al Amor se une la Sabiduría y la Luz que ve y no se detiene en emociones que solo atan a un pasado sin libertad.
Esta es la "figura" del nuevo ser. El ser de la nueva especie.