viernes, 13 de junio de 2014

LA RELAJACIÓN DE LA LUZ

                                   

         

          LA RELAJACIÓN DE LA LUZ                                                                    

  

Hoy día de la Luz, la exaltación del Yang, de la máxima iluminación, se hace necesario recordar que somos LUZ. 
Aparentemente podría decirse que somos una masa material y compacta, pero somos porosos y sobre todo (pues descrito está ya por la ciencia que toda la materia que existe cabe en la cabeza de un alfiler) somos etéricos.

Estos días nos llega la noticia de que la ciencia ha conseguido crear materia a partir de la luz confirmando que son dos aspectos de lo mismo. Creo que estamos todavía lejos de descubrir que somos etéricos, absolutamente espirituales. Seres de luz. Formados a partir de la luz.

Podemos conectar pues con esa luz que somos en nuestra esencia, en lo más profundo aunque nos sintamos opacos y tengamos  núcleos oscuros dentro de nuestra composición.

"Comenzaremos llenando la parte inferior de luz; pies, piernas, toda la piel se llena, penetra en los tejidos. La luz lo barre todo. Es la esencia de nuestra estructura. Con luz no hay oscuridad. (enfermedad). Podemos seguir  llenando de luz la piel, los tejidos, la circulación, los nervios, el sistema óseo y seguimos subiendo por los órganos uno a uno, zona del pecho, brazos, cabeza. Llegados aquí y por encima de ella hacemos un "riego" desde el espíritu. Este, tiene la capacidad de múltiples manifestaciones en su creación, entre ellas al ser humano. Captamos esto desde el campo de Ser una Energía que está arriba, (propuesta de Pentecostés  para los sentidos cristianos con el anuncio de "Os enviaré mi Espíritu").
Los llamados siete dones del Espíritu Santo no son otros que las cualidades de los siete shakras principales.
Captamos la imagen del descenso de esa Energía única que se divide en siete: los shakras. Siete manifestaciones diferente de lo mismo y que a la vez cada uno posee varios planos:  superficial, medio y profundo. Todos los seres humanos participan de estas siete energías principales dependiendo del nivel de evolución de cada alma, esta se encontrará en uno u otro plano exterior o más profundo. Esta energía todopoderosa es la que nutre el alma del ser humano, el campo psíquico y los etéricos.
Esa energía  varía su cualidad e intensidad en cada zona del "cuerpo" hasta completarlo.

Cuando baja a la FRENTE se divide en tres planos: fuera es mente, en el centro de la cabeza  es atención y atrás es Sabiduría.

Al bajar a la GARGANTA, con dos funciones diferentes: la exterior que se conecta con los conceptos mentales y otra detrás que es la expresión creadora, pudiendo situarla en la parte posterior del cuello y conectándose hacía arriba con la sabiduría. La captación de los conceptos mentales puede tener muchas calidades, dependiendo de la evolución de la persona. Atrás, lo que se dice no pasa por la mente mas que para ordenar los conceptos, es un hilo directo, porque el Verbo está expresando Verdades que no se encuentran en el plano mental.

El PECHO contiene cuatro planos (por ser esta la unión y separación para lo humano entre el Cielo y la Tierra): el más periférico es el más infantil, el del ego, que dice (quiero que me quieras). Un segundo nivel, corazón (quiero si me quieres). El tercer nivel en el que es el alma quien habla y dice (yo soy amor). Y un cuarto nivel, Espíritu donde (el Amor se ama a sí mismo).

Al bajar al VIENTRE, en el plano periférico encontraremos la energía que estimula y cubre todas las necesidades de alimento, cumple todas las funciones y necesidades primarias para el sostenimiento de lo vital. Inmediatamente detrás veremos la zona por donde entra la respiración y la vida que expresa: la vida me respira, nazco en cada respiración. La asimilación de todo lo que me rodea, Soy Hijo de la Vida. 

En el BAJO VIENTRE hay varias funciones: en la más periférica se encuentran las necesidades sexuales y zonas de agresividad, ahí están los abismos, por las fuerzas contenidas. Detrás de esta existe una gran combatividad, zona de una capacidad energética muy poderosa,  cuando esa energía se abre, es capaz de los hechos mas heroicos pues contiene un poder extraordinario; pero para que esto se dé es necesario haber liberado la zona animal heredada de épocas ancestrales. Cuando esto ocurre asciende hacia arriba provocando una trasmutación, una "evaporación" de todos esos contenidos compactos y densos y que normalmente tienen su salida natural por la garganta.

Por último al llegar al COXIS  se establece el anclaje y afianzamiento del cuerpo material. Hay una gran fuerza esperándonos cuando esta zona es liberada. A través de este centro se recibe toda la fuerza de la Madre Tierra la conexión fundamental para la realización del Cielo en la Tierra. El espíritu en la materia.  Desde esta zona podría sanarse el planeta. Es estar erguidos y es cumplir totalmente eso que dice:

LA CABEZA EN EL CIELO,  CONECTADOS CON LA AMADA TIERRA Y EL CORAZÓN AQUÍ Y AHORA ABARCANDO EL INFINITO.