En el proceso evolutivo en cuanto a búsqueda interior autoconsciente se puede distinguir a cuatro grandes grupos, a saber:
Al PRIMERO pertenecen aquellos que no tienen ningún ideal porque no han recibido ningún principio ideológico, siguen la ley natural del hombre básico, satisfacen sus necesidades y deseos cuando les surgen sean del nivel que sean. Alimentan el intelecto, y aunque esté presente la inteligencia, los valores del ego pueden ser grandes pero no superiores. Este ser, en este nivel, es normalmente egoísta, es la humanidad común ordinaria.
En el SEGUNDO están todos aquellos a los que se les ha inculcado una tradición religiosa y morirán siguiendo esa tradición. Son los llamados beatos, los que siguen al pie de la letra los escritos religiosos, sus ritos y costumbres, sin salirse de las normas, sin cuestionarse nada, ninguna búsqueda, para ellos todo está hecho ya. Este grupo es el opuesto al primero. Viven en una continua dualidad. La enseñanza recibida se sigue y nada más. Su base es bondadosa. Cumplen los mandamientos, por miedo, pero los cumplen, (mandamientos entendidos como normas que en su momento fueron necesarios para separar al humano en ciernes del reino animal). Así sus egos se forman en la honestidad, la bondad (no roban, no matan etc.) no se permiten maldades, simplemente hacen lo ordenado, cumplen y ayudan lo que pueden.
Al TERCERO pertenecen los llamados "rebotados" de la tradición, normalmente hijos de buenas familias religiosas. Aquí entra el intelecto que no quiere aceptar la tradicional herencia. Este grupo es muy amplio. Se diferencias de los primeros en que estos ya no son ordinarios, su inteligencia no quiere seguir mandatos que no entienden, pero han recibido una educación. Una zona de ellos sabe que han de ser honestos, esa zona también sabe que es correcto cumplir unos mandamientos, pero no transigen. Aunque hay una bondad pues están impregnados de unos principios, también hay una rebeldía. Los del primer grupo no tienen referencias, estos si. A este grupo pertenece un tipo de persona que rechaza su enseñanza pero busca en otras filosofías, tal vez más fáciles de seguir o entender. O sencillamente no busca. En el fondo de esta búsqueda no son pocos los que en realidad pretenden dar rienda suelta a energías inferiores, así por ejemplo: no aceptando los mandamientos cristianos, se acercan a oriente, para tampoco cumplir los hermanados Aforismos de Patanhali.
El CUARTO nivel está formado por lo mejor de oriente y lo mejor del cristianismo. Pocos son los de este nivel. Aquí el ser se pregunta, investiga, busca en sí mismo, los que lo conocen utiliza los métodos aprendidos en oriente, el silencio, la meditación que les conduce a la interiorización. El cristiano verdadero anhela la experiencia de Dios la busca con todo su ser. Su aspiración constante provocará la imprescindible ENTREGA DEL CORAZÓN que le llevará a saber que hay detrás de las formas.
Este es el grupo que despierta espiritualmente, si llega hasta las últimas consecuencias, pues están las dos informaciones, la oriental con sus técnicas y la cristiana que con amor retoma la religión para inteligentemente investigarla y descubrir que el Reino de los Cielos está en el cuerpo, que no hay que morirse para encontrarlo; un ajuste de toda la ideología. Es un camino absolutamente seguro y tal vez el más rápido. A partir de aquí comienza el camino espiritual, que no religioso, un camino que se dá pero no sin purificación.
Me atrevo a exponer la frase de Graf Huyn en su obra "Seréis como Dioses":
"TODO AQUEL QUE EN UN TIEMPO COMO EL NUESTRO, NO SE EXIJA CUANTO PUEDA, SERÁ DE UN MODO U OTRO CULPABLE"
